Acuse de recibo
Hoy, con este tercer capítulo, se cierra la historia de Eniel Rodríguez Machado, un profesor instructor de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, quien el pasado 30 de junio defendía aquí su derecho a darle un aventón solidario a una pareja joven con un bebé en brazos, en la moto triciclo que manejaba desde ese centro educacional hasta la ciudad de Santa Clara.
En síntesis, Eniel contaba entonces que el 7 de noviembre de 2015, cuando transportaba a las citadas personas, lo interceptó un operativo conjunto entre inspectores de la Dirección Integral de Supervisión (DIS) y la Policía y lo inculparon de botear sin licencia para ello, por el mero hecho de preguntarles a los acompañantes si lo conocían a él y aquellos afirmar que no. Asumieron que eran pasajeros que habían alquilado sus servicios, aún cuando la pareja señaló que no les había cobrado. Y le aplicaron una multa de 1 500 pesos, con el argumento de que solo podía transportar familiares y amigos. Reclamó infructuosamente.
El 2 de noviembre pasado, respondió a esta sección Reinaldo Oms Pairol, director de la DIS en Villa Clara. La carta, bastante ambigua y escasa de argumentación y pruebas, justificaba tácitamente la medida impuesta a Eniel y señalaba que el análisis solicitado por el reclamante era ya extemporáneo.
«La respuesta, insuficiente ante los señalamientos de la denuncia, señalaba este redactor, reitera lo ya conocido y no profundiza en las acusaciones hechas por Eniel, sobre todo la presunción de culpabilidad del mismo sin pruebas, basada en el mecanicismo con que se relaciona la transportación de una persona desconocida con el interés mercantil del “boteo” no autorizado oficialmente. Como si nadie pudiera ser generoso y solidario con el prójimo».
Y he aquí que acaba de llegar otra respuesta, muy diferente, de Leonardo Barreto García, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (CAP) de Villa Clara, que señala:
«En virtud de lo publicado, la Fiscalía Provincial de Villa Clara orientó el reanálisis del tema, y al ser revaluado por la Comisión creada al efecto, concluyó que no se pudo demostrar que el mismo se encontraba ejerciendo la actividad por la que fue multado.
«En tal sentido, se emitió la Resolución no. 70 por la autoridad facultada, de fecha 10 de noviembre de 2017, como consecuencia de lo cual se procede a la devolución, a través del procedimiento establecido, del monto abonado por Eniel, y se depuró la responsabilidad administrativa».
De la respuesta de Barreto, la cual agradezco sobremanera, concluyo que a la larga de este episodio tan controversial y lesivo, triunfó la justicia y la sensatez.
Con el dinero devuelto, Eniel también merecía un desagravio moral y una profunda autocrítica de quienes obraron con subjetividad y tendenciosamente, suponiendo violación e ilegalidad en lo que no pudo demostrarse.
Lamentablemente la misiva del vicepresidente del CAP no aclara cómo se depuró la responsabilidad administrativa, y qué medidas se adoptaron contra los que obraron así movidos apenas por una suposición. Pero al final, la razón, la justicia y la cordura triunfaron.
María Isabel Hernández (Calle I no. 1411, entre 12 y 14, Urbano Noris, Holguín) cuenta que ella y su esposo son médicos que retornaron en junio pasado de una misión de colaboración en Brasil durante tres años. Y en mayo del propio 2017 despacharon con destino a Cuba un menaje de casa por el cual pagaron 3 000 dólares.
Afirma María Isabel que de julio hasta el presente llama diariamente de lunes a viernes a Aerovaradero aquí en Cuba, y solo responde la voz grabada de la contestadora (queja señalada muchas veces en esta sección).
Por ello, se pusieron en contacto con la agencia donde despacharon allá en Brasil la carga, y esta les respondió que Aerovaradero no tiene capacidad para recibir las cargas desde junio, que el envío de ellos, junto a los de cientos de colaboradores cubanos, se encuentra aún en el aeropuerto de Sao Paulo, esperando una respuesta de Cuba, y provocándoles pérdidas a esa entidad.
«¿Quién es el responsable de esa situación? ¿Es posible que el fruto de tanto trabajo se pierda porque Aerovaradero no tenga una respuesta?», pregunta la doctora María Isabel.