Acuse de recibo
Oshin Ley García (Edificio 35, Apto. 18, calle 2da., entre 18 y 19, reparto Guiteras, La Habana) se graduó como doctora en Medicina Veterinaria y Zootecnia en julio de 2017, y enfrenta un entramado burocrático impredecible para cumplir con su Servicio Social.
Relata que fue ubicada para hacerlo en la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de La Habana. Y como estuvo vinculada desde el 3er. año de su carrera al Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa), donde hizo su tesis de diploma, comenzó las gestiones para su traslado hacia allí en vías de cumplir con su adiestramiento.
El 24 de julio pasado fue a Recursos Humanos del Ministerio de Salud Pública, y allí le dijeron que debía esperar hasta la última semana de agosto para presentarse en la UCM. Con la carta de aceptación del Censa para acogerla en su adiestramiento, fue el 29 de agosto a la UCM, donde el rector de esta última autorizó su liberación, pues allí no contaban con actividad técnica para su Servicio Social, ni habían demandado esa especialidad.
El viernes 22 de septiembre recibió la carta de la Viceministra de Educación Superior aceptándola en ese organismo. Y ese día fue a Recursos Humanos del Ministerio de Salud Pública (Minsap), donde le explicaron que solo atienden los lunes y jueves.
El lunes 25 de septiembre volvió al Minsap, y dejó allí su boleta de ubicación laboral, más sendas cartas de aceptación del Censa y de la Viceministra del MES, pues necesitaba la liberación de Recursos Humanos del Minsap. Le explicaron que esa carta se demoraba unos días, sin especificar cuántos.
El 13 de octubre llamó para saber de sus papeles y le dijeron que estaban archivados, y que no habían tenido tiempo. Que llamara el 16 de octubre. Llamó ese día y el siguiente y la persona encargada no se encontraba. El 18 de octubre llamó y le dijeron que era un trámite engorroso y demoraba. Una vez más, no pudo saber cuánto tiempo. El 19 llamó y la persona a cargo de su gestión no se encontraba.
«¿Cuánto tiempo esperar para que se solucionen mis problemas y envíen mis papeles al Ministerio de Trabajo? Llevo dos meses sin haber comenzado mi servicio social y sin trabajar. ¿Qué pasará con mi título? ¿No me lo invalidarán después de tanto tiempo sin presentarme?», pregunta Oshin.
Mario Alberto Arrastía (Avenida 29-E No. 7403, Apto. 12, entre 74 y 76, Playa, La Habana) relata que de marzo a julio de 2017 impartió clases de Física en Cascadia Community College, en Estados Unidos de América. Y cuando retornó trajo un televisor de 43 pulgadas y una impresora, motivo de disgustos y dudas.
El televisor y la impresora, dice, los adquirió en ese país por 248.88 y 49.99 dólares, respectivamente. En ambos casos presentó ante la Aduana en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí las facturas de compra, perfectamente legibles y emitidas por el mismo centro comercial, el mismo día y a la misma hora.
Las autoridades aduanales, precisa, aceptaron la factura de la impresora y no la del televisor, pues según el jefe de turno actuante y el supervisor, el precio del televisor está muy por debajo del valor de ese artículo en la Resolución 207-14 de la Aduana General de la República (AGR) (Listado de Valoración en Aduana para las importaciones sin carácter comercial).
«El precio de ambos artículos en las facturas presentadas —señala— es el 50 por ciento del valor establecido en la Resolución 207-14 de la AGR. ¿Es que un 50 por ciento es más o menos 50 por ciento que el otro? ¿O es que la aplicación arbitraria de lo establecido llevó al funcionario a actuar de manera injusta y perjudicarme, al no aceptar la factura, por la cual tengo que pagar más, y de ese modo tener derecho a menos equipaje no acompañado?
«¿Entonces porqué no aceptar ninguna de las dos? Interpuse Recurso de Reforma ante la misma autoridad que emitió la Resolución 4999, con la que discrepo, y que para mi estupefacción dice que el actuar de los funcionarios en el despacho que se me realizó fue correcto», concluye.
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