Acuse de recibo
El pasado 8 de febrero, el lector Pedro Rodríguez Sanz denunciaba la dramática situación con el suministro de agua en Puerto Carúpano, del municipio tunero de Puerto Padre.
Pedro señalaba que por las quejas de los pobladores, las autoridades de Salud Pública en el territorio hicieron una investigación al respecto y concluyeron que el agua no es apta para el consumo humano, ni siquiera para cocinar.
De inmediato, refería, Salud Pública recomendó el cambio de la fuente de abasto de agua o su tiro en pipas desde otros territorios.
Pero Pedro afirmaba que «ni la una ni la otra; la población se ve obligada diariamente a cargar el agua para tomar desde otra localidad, que está a siete kilómetros».
Explicaba el remitente que como aquella es una comunidad costera, no existe el paliativo de los pozos artesanales. Y para colmo, a la cisterna de abasto le echaron petróleo.
Y aseguraba que tal panorama desesperante se había denunciado en diferentes instancias, incluso en los gobiernos municipal y provincial. Y no habían tenido respuestas ni soluciones.
Al respecto, responde Alexander Argilagos Moreira, director general del Grupo Empresarial de Acueducto y Alcantarillado (Geaal) del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, que a la comunidad de Carúpano se le suministra agua por la red desde la estación de bombeo La Trocha.
Y al estar ubicada la comunidad en la costa, y a consecuencia de las intensas sequías del territorio en los últimos años, las fuentes hídricas en la zona se han deprimido de forma parcial y total. Y en el caso que ocupa, se incrementaron los niveles de cloruro, por lo cual la salobridad del agua se hace más perceptible.
Precisa que en la investigación se comprobó que «la dirección de Acueducto desconocía la existencia de un documento emitido por Salud en junio de 2014, que certificara la suspensión del servicio de agua por la red a esta localidad».
Muy al contrario, añade, «lo que se posee en la entidad es una diligencia sanitaria con fecha posterior, del 5 de enero de 2015, firmada por la misma persona que emitió el documento anterior, que certifica análisis físico químico; resultado: dentro de norma». Y se orienta rectorar diariamente el agua de consumo de la población.
Apunta que por la Dirección de Acueducto se tomaron muestras de la fuente y de la cisterna, y se comprobó que los niveles de cloruro están elevados, pero sin dejar de mantenerse los parámetros dentro de los niveles de potabilidad establecidos en las normas vigentes.
Acota que, lamentablemente, esa situación no va a tener solución definitiva con inmediatez, pues requiere llevar a cabo inversiones, por lo cual se suministra agua a través de carros cisterna a razón de siete litros por persona para beber y cocinar, manteniendo el servicio por red para el resto de los consumos básicos.
Confirma que la cisterna fue contaminada con petróleo vandálicamente por individuos inescrupulosos, quienes se aprovecharon que aquella se encuentra retirada de la zona residencial, aunque enclavada en el radio de acción de otros centros estatales, con los cuales se tiene establecido un convenio de colaboración para la vigilancia.
Agradezco la respuesta del director general de Geaal, pero hubiera querido saber, de parte de Acueducto en el territorio y de los Gobiernos municipal y provincial, cómo es posible que el problema exista sin una respuesta y soluciones, como planteaba Pedro.
Lo insólito es también que en un sitio tan pequeño haya tanta descoordinación entre las instituciones acerca de un problema tan urgente y sensible. Ante versiones contradictorias, uno se pregunta si no sería más conveniente que respondieran directamente los implicados. Y hago votos porque, mientras no se pueda hacer la inversión, las autoridades del municipio no se desentiendan en seguirle el rastro al abastecimiento de agua con soluciones efectivas, y que no queden en los anuncios y promesas.