Acuse de recibo
Si el hombre que labora en el campo no está bien atendido y pagado, ¿cómo vamos a dar el salto en rendimientos, productividades y ofertas que desborden la demanda de la mesa cubana, como ansía nuestro pueblo?
La reflexión la motiva la denuncia de Osvaldo Núñez Bauset, integrante de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Carlos Perera, adscrita al Complejo Agroindustrial Héctor Rodríguez, de Sagua la Grande, Villa Clara.
Refiere Osvaldo que en esa UBPC, dedicada a la chapea de marabú, riego de líquido fertilizante, siembra y corte de caña, y limpieza de canales, ocurren un sinnúmero de irregularidades, que afectan grandemente a sus trabajadores.
Señala que primeramente allí hay que» —plantea Osvaldo revisar la selección de los jefes. «Ya botaron a un jefe, porque quemó un campo de caña para sembrar arroz y apropiarse de este en beneficio propio. Otro fue separado del cargo por robo de petróleo y de líquido. Y ahora pusieron a una jefa que no tiene dominio de la actividad».
Señala que están sucediendo hechos muy graves. En 2014 a la brigada de riego de líquido no le dieron medios de protección, imprescindibles por los daños a la salud que pueden sufrir los trabajadores. Y apunta que por falta de petróleo no pueden trasladarse hacia el área de trabajo, lo cual afecta sobremanera los resultados de la UBPC y la economía de sus integrantes.
«En muchas ocasiones se nos plantea que no hay trabajo; algo inexplicable, pues los campos están llenos de hierba y marabú. El problema del pago es algo terrible.
«La fecha de pago es violada constantemente y se posterga uno, dos, tres y hasta siete días»— plantea Osvaldo. La explicación que esgrimen es que no hay dinero. «Las dos últimas quincenas del 2014 y las vacaciones no fueron pagadas, y estamos a 18 de enero y no se han cobrado, ni tampoco la primera quincena de enero», añade.
Osvaldo afirma que ellos laboran en condiciones difíciles, se levantan a las 4:00 a.m. para coger la carreta a las 5:00 a.m. Laboran dentro del fango, el agua, las espinas y la nocividad del líquido fertilizante.
«¿Cómo es posible que sean capaces de pararse delante de los trabajadores y decirles que su dinero, más que bien ganado, no existe? ¿Quiénes son los responsables de que esto pase?».
A su vez, Roger Cruz Mastrapa (Tony Alomá 33, Tacajó, Báguanos, Holguín) denuncia las adversidades que está enfrentando el colectivo del Banco de Semillas de Caña, perteneciente a la Unidad de Atención al Productor Agropecuario Fernando de Dios, de la Empresa Azucarera Holguín.
Manifiesta Roger que a ese colectivo se le paga la caña de semilla a razón de 0,70 CUC la tonelada. Pero cuando me escribió, el 22 de febrero pasado, aún les adeudaban octubre, noviembre y diciembre de 2014, y enero de 2015.
«Nos hemos dirigido a Recursos Humanos de la unidad y al Sindicato. Y plantean que el Banco no ha depositado la divisa en la cuenta de la Empresa. Nosotros nos preguntamos: ¿ese Banco se encuentra en el exterior, para que sea tan difícil hacer dicho depósito?
«Nuestra obligación fue formar dicha divisa. Y lo logramos. ¿Por qué no cumple la otra parte, si nosotros cumplimos con la nuestra? ¿Hasta cuándo debemos esperar por dicho pago?», concluye Roger.
Y Guillermo López escribe desde el municipio granmense de Buey Arriba, para revelar que pertenece a una brigada de macheteros que lleva más de tres meses de trabajo en el corte de marabú en la cooperativa de Guaimarón, en el municipio de Niquero.
Sin embargo, aún no han visto ni un solo centavo. Hablaron con el presidente de la cooperativa, quien les planteó que ese dinero debe pagarlo la empresa Trasme. Luego hablaron con el director de dicha entidad, quien les planteó que el 23 de febrero tendrían una respuesta.
El 27 de febrero, cuando Guillermo me escribió, todavía brillaba por su ausencia dicha respuesta, y los macheteros desconocían cuál era el misterio con su dinero.
Así, con estas irregularidades, no puede vivir y trabajar el hombre de campo.