Acuse de recibo
El pasado 22 de marzo, y desde el edificio 1 de la Micro Cujae, en el municipio capitalino de Marianao, Freddy Ricardo Ocaña denunciaba aquí que hace años una densa nube de humo envuelve su barrio, como consecuencia del vertedero de basura ubicado junto al Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (Cujae).
Aunque la vida útil del basurero expiró hace años, los desechos acumulados siguen perjudicando a la comunidad, manifestaba Freddy, y clamaba porque se acabara de clausurar, pues es ya una montaña de combustión que no aguanta más dilaciones.
Al respecto, responde el doctor Efrén Acosta Damas, vicedirector de Salud en La Habana, que la queja fue atendida por la ingeniera Olga Lydia Fajardo, especialista del programa de Contaminantes Atmosféricos y Ruido, de la vicedirección de Salud Ambiental del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de La Habana. Y como tal, se realizaron diligencias de inspección sanitaria a la citada Unidad Básica vertedero de Cien y Autopista. Y se contactó con la Dirección Provincial de Servicios Comunales que lo administra.
Precisa el doctor Acosta que «durante mucho tiempo se han venido sucediendo episodios de combustión de manera reiterada, motivo por el cual las autoridades sanitarias han exigido a la Dirección Provincial de Servicios Comunales el cumplimiento de las medidas de control y prevención de esos eventos».
Y agrega que, ciertamente, se ha transitado por etapas de mejoría, pero a la vez han informado de dificultades con los equipos compactadores y buldózeres.
Según el doctor Acosta, la solución definitiva de ese impacto medioambiental es responsabilidad de la Dirección Provincial de Servicios Comunales. Tal problema ha sido analizado en varias ocasiones en el Consejo de la Administración Provincial de la capital, y en ese sentido ya se aprobaron microlocalizaciones para la creación futura de vertederos que sustituyan el mismo.
Por lo pronto —añade—, Salud Pública mantiene activado un sistema de vigilancia de las enfermedades respiratorias en ese territorio.
Y toda esa información se le dio a conocer personalmente a Freddy Ricardo Ocaña.
Agradezco la información brindada por Salud Pública, pero lamentablemente falta lo más importante: Servicios Comunales ni siquiera ha respondido a esta columna para explicar cuándo trasladará ese foco contaminante para otra microlocalización escogida. Tampoco se conoce qué incidencia ha ejercido el Consejo de la Administración Provincial sobre esa dirección, para obligar a la misma a que erradique tal impacto medioambiental en una zona residencial.
Emircy C. Faría (Ismael Saure No. 4, entre San Félix y Hernán López, Sancti Spíritus) escribe en nombre de personas naturales y jurídicas que en esa ciudad están suscriptas a la Gaceta Oficial de la República de Cuba, y que —hasta el 13 de mayo pasado— no habían recibido ejemplar alguno de esa publicación en el presente año.
«Es injusto que quienes firmaron un contrato —señala— y abonaron la cuantía que los avala para recibir la Gaceta en sus viviendas o centros de trabajo, todavía no sepan cuándo la adquirirán, en tanto son vendidas “bien fresquitas” en los estanquillos de prensa».
Afirma la remitente que en esa ciudad la Gaceta Oficial es esperada con mucho interés por inspectores, fiscales, jueces, abogados, directores de empresas, periodistas y otras personas jurídicas y naturales, que requieren estar informadas al detalle de la legislación vigente, precisamente ahora que tantos cambios se están registrando en la economía y la sociedad cubanas.
«Cuando recibamos el primer número de la Gaceta en 2013 — manifiesta—, las disposiciones que ahí aparecen ya entraron en vigor. Esta impuntualidad la califico como una falta de respeto. No hay por qué adquirirla en los estanquillos si usted está suscripto y pagó por ella».