Acuse de recibo
El pasado 11 de noviembre, Felicita Aldana, trabajadora de procesamiento del ostión en la UEB Pescanipe, del municipio holguinero de Mayarí, contaba que cuatro meses atrás, Salud Pública ordenó cerrar el salón donde laboran por dificultades constructivas. Y refería que, entonces, el director de la UEB le planteó al colectivo que en una semana se le daría solución al problema. Pero, cada vez que los trabajadores se acercaban a los directivos, les daban una justificación diferente.
«¿Por qué no nos declaran interruptos, y no paro de trabajo?», decía Felicita, y revelaba que llevaban cuatro meses sin laborar ni cobrar: «La granja está abarrotada de ostión, y este se va a perder. No se ve intención alguna de reparar el salón y no se nos ha realizado cambio de labor ni nos han ofertado otras opciones».
Al respecto, responde Rafael Rodríguez, director general de la Empresa Pescahol, que en julio de 2012 Salud Pública orientó cerrar el salón de proceso, a partir de problemas constructivos con las mesas, la falta de agua corriente y otros recursos. Ello, atendiendo al control sanitario que se mantenía en la provincia, habida cuenta de que el ostión es un molusco que se consume crudo.
Aclara que «el director de la UEB se reunió con los trabajadores y el ejecutivo sindical, y explicó que en una semana se tendría la claridad de la cantidad de recursos requeridos para poder dar respuesta, y cumplir con las disposiciones emitidas por Salud Pública».
Explica que es un salón que procesa ostión y masa de jaiba. Y al momento de ser interrumpido, procesaba ostión, a pedido de un cliente, después de haber estado paralizados intermitentemente durante todo el año, a partir de la escasa comercialización, por diversas causas.
«Esos elementos, refiere, pesaron y siguen pesando sobre la comercialización del producto en nuestra empresa, y ha provocado que hoy siga paralizado su proceso, afectando a esa granja de Mayarí y a otras dos más en Freyre».
En cuanto al tratamiento laboral y salarial cuestionado, plantea que la paralización del ostión ha cumplido la legislación vigente, particularmente la Resolución 34 de 2010 del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, para los casos de interrupción, que incluye el pago de un mes. Y a ella se le retribuyó.
Sobre el abarrotamiento del ostión y la posibilidad de pérdidas —señalados por Felicita— apunta que existe un nivel de ostión en las granjas, que se afectó por el paso del huracán Sandy: 30 toneladas en Guatemala, 20 en Bariay y 15 en Naranjo.
Agrega que a principios de diciembre, Salud Pública les permitió reabrir el salón de proceso donde labora Felicita. Pero no pueden procesar el ostión, pues su venta está paralizada.
Aunque Salud Pública no hubiera paralizado el salón, expresa, hubiéramos tenido que adoptar la decisión de detener el proceso del ostión, como lo hicieron las otras granjas, ya que ninguna provincia demandaba el producto, debido a regulaciones sanitarias. Esos meses que estuvo paralizada la industria, se empleó el tiempo en crear mejores condiciones de trabajo a la misma. Estos elementos se discutieron con los trabajadores de las granjas y de los salones de procesos del ostión».
Y sobre el criterio de que no se les ha realizado a los trabajadores ningún cambio de labor ni se les han dado ofertas, afirma que no se pudo realizar en ese momento, pues no había posibilidad. Pero a partir de la reapertura del salón de proceso, y debido a las afectaciones graves de la granja de Guatemala por el huracán, se podrá procesar una cantidad de almeja que, en dependencia de los niveles de captura, permitirá reubicar a un grupo de las procesadoras.
Finalmente, reconoce que pudo haber mayor comunicación por parte de los directivos de la UEB con los trabajadores, que facilitara mayor comprensión de la situación. «No obstante, concluye, la dirección de la Empresa continúa trabajando, a fin de lograr la recuperación de esta producción, y una vez levantadas las restricciones sanitarias, iniciar su comercialización».