Acuse de recibo
José M. Albelo (Juan Bruno Zayas 362, entre San Mariano y Vista Alegre, Víbora, Ciudad de La Habana), cuenta en su carta los tormentos que ha traído a los vecinos un terreno ubicado en esa cuadra donde vive.
Refiere el remitente que hasta hace poco más de dos años dicho solar estuvo debidamente cercado y limpio gracias al esfuerzo de los vecinos. Entre los días 19 y 20 de enero de 2008, una empresa constructora, supuestamente contratada por la Corporación CIMEX, demolió su muro y su cerca con el fin de realizar trabajos de relleno y acondicionamiento para ubicar un quiosco de venta de dicha entidad.
Entonces había un sereno para cuidar la obra y los materiales de construcción. Pero un buen día se dio a conocer a los vecinos que el Ministerio de la Agricultura, construiría un edificio biplanta de viviendas.
CIMEX retiró al sereno y dicho terreno quedó sin cerca, abandonado y desprotegido. Desde entonces, personas desconocidas entran y salen, sustrayendo el material de relleno, y lo transportan mediante todo tipo de vehículos, algunos con chapa estatal.
El terreno, afirma, se ha convertido en una cantera para extraer recebo. Y se ha formado un hueco inmenso que, en tiempo de lluvias, se inunda. Es un peligro para los niños del barrio, que han tomado el sitio como lugar de juegos.
El lugar ha derivado también en vertedero de todo tipo de basura y escombros. Pero, como si fuera poco, es una zona de nadie. Individuos acuden allí, y forman escándalos y profieren palabras obscenas. Orinan y defecan, causando molestias a los vecinos colindantes.
Al propio tiempo, se corre el riesgo de que las excavaciones comiencen a afectar estructuralmente los muros divisorios de las viviendas colindantes, socavando los cimientos.
Piedras y escombros ya se han derramado hacia la acera y obstruyen el paso. Ensucian una cuadra que siempre se mantuvo limpia y ordenada.
Al frente del terreno están ubicados el círculo infantil La agujita laboriosa y la recién inaugurada nueva sede del policlínico Luis de la Puente Uceda. Por allí transitan a diario niños y adultos mayores, y ha habido casos de tropiezos y caídas.
«Los vecinos —señala— ya estamos cansados de llamar a la Policía, la cual viene y se lleva a los intrusos. Pero al día siguiente acuden nuevas personas a lo mismo. El caso también ha sido planteado oportunamente en las asambleas de rendición de cuenta del delegado del Poder Popular.
«El planteamiento que hacemos es: que el organismo responsable de ese terreno —mientras no se construya en él— lo cerque debidamente, para limitar el acceso a personas no autorizadas».
Precisa que, según el delegado de la circunscripción, el último planteamiento al respecto fue tramitado y recibido en Inversiones del municipio. El delegado fue recibido en la oficina de Atención a la Población del Ministerio de la Agricultura, y allí le explicaron que el asunto era de jurisdicción municipal, pues ellos solo atienden tierras que tengan una extensión de más de 800 metros cuadrados.
«Como se puede apreciar —señala—, estamos en presencia del típico peloteo. Se ha investigado con la delegación municipal, la provincial y con la Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios (ENPA)».
Apunta que, en una ocasión, fue un grupo de trabajadores y limpiaron un poco, al tiempo que les informaron que dicho lote pertenecía a la ENPA.
«No obstante, hasta el momento no hemos podido precisar quién es el verdadero responsable. Nos parece un hecho grave que a estas alturas ninguna institución o funcionario serios hayan cumplido con su obligación, y no hayan dado la cara al menos en una de nuestras asambleas celebradas en la cuadra».