Acuse de recibo
Hoy traigo una esclarecedora respuesta de Guillermo Rodríguez Nápoles, director general del Centro Nacional de Ortopedia Técnica (Cuba-RDA), a frecuentes quejas acerca del calzado ortopédico en el país, como la reseñada el pasado 24 de junio, en nombre de Gladys Menéndez Zequeira.
Reconoce Guillermo como «agónico» el problema del calzado ortopédico especializado en Cuba, e identifica sus principales causas, entre estas el hecho de que la Unión de Cuero y Calzado del Ministerio de la Industria Ligera garantizó solo el 50 por ciento del total de la demanda de piel de forro para el cumplimiento del plan de calzado ortopédico de 2008. El Ministerio de Salud Pública financió el 50 por ciento restante, el cual debe arribar al país entre septiembre y octubre próximos.
Otra dificultad es «el déficit total de módulos de hormas». De acuerdo con lo financiado por Salud Pública para el Plan 2008, se contrataron con China las citadas hormas, las cuales deben estar en el país en el cuarto trimestre del presente año.
También se agrava el asunto por el alto deterioro y rotura de los equipos para esa línea de producción, ya obsoletos. El MINSAP contrató un nivel de máquinas de coser y herramientas, que deben arribar al país también en el cuarto trimestre de 2008.
Manifiesta el Director General de CENOT que «las instalaciones donde están ubicados los laboratorios para la producción de calzado ortopédico especializado, presentan alto grado de deterioro constructivo y de mobiliario y ventilación, lo cual agrava el óptimo cumplimiento del proceso de producción».
Como se observa, el panorama, a fuerza de problemas acumulados, es bastante crítico. Recalca Guillermo que se elabora un Programa de Desarrollo de la Ortopedia Técnica hasta 2015 que prevé la solución paulatina, tanto cuantitativa como cualitativamente, de esos problemas. Y asegura que la ansiada reanimación comenzará a percibirse en el cuarto trimestre de 2008, y así sucesivamente en lo adelante.
Un asunto cardinal es el capital humano. El promedio de edad en ese sector es avanzado, y no existen escuelas para la formación del revelo calificado. Por ello se desarrolla un programa de capacitación, mediante el movimiento de aprendices en cada laboratorio.
Ojalá que a partir de 2009, algo tan sensible como el calzado ortopédico encuentre definitivamente «la horma de su zapato». Esa será la única manera de evitar que el asunto irrumpa aquí constantemente.
Respuestas a las cartas...Lo que más duele es que, en una entidad a la que acudes con una urgencia, hoy te digan algo, días después otra cosa y tras varias semanas una tercera. Entonces comienzas a cuestionarte quiénes y cuándo te mintieron; o si están jugando contigo. Eso es lo que indigna a Mayra Romero.
Hace más de un mes y medio se reventó la fosa colectiva del condominio de 8 apartamentos donde ella vive, en calle B número 119, entre Tercera y Cuarta, reparto Habana Nueva, municipio capitalino de Guanabacoa. Acudieron a la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) a reportarlo, y un viernes se presentó un ingeniero de esa entidad, que hizo la valoración del caso y de los materiales que requiere la obra, la cual asumirán los mismos vecinos.
El enviado de la UMIV les dio esperanza cuando les dijo que fueran el lunes por las oficinas de la Unidad a recoger los vales para poder adquirir los materiales que les permitirían hacer los trabajos. Fueron el lunes y otra compañera les dijo que no se preocuparan, pues el hombre de los vales estaba en la calle de recorrido.
Así esperaron unas tres semanas, preguntándose por dónde andaría el de los vales... Ya no podían más y se presentaron en la UMIV. Entonces fue el «No, no, no... Eso no es asiiií. Eso se elevó a la provincia, que tiene que autorizarlo. Hay que esperar...».
Esperando están sin más respuesta. Y muy urgidos; porque una fosa filtrándose a tus pies es algo muy serio. Pero también esperan porque no les cambien la respuesta una y otra vez, como si hubiera un menú a la carta para responder las quejas y mantener tranquilos a los sufrientes.
Peligrosa CeibaA Isidra Mora se le estruja el corazón cada vez que se para en el patio de su casa, en calle Tercera número 18320, entre Rafael de Cárdenas y Álamo, segunda Ampliación, en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón. La ceiba que preside el patio está cundida de comején, y amenaza con desplomarse. Pero por sus dimensiones, no admite corte manual.
Isidra se dirigió al Gobierno municipal, Áreas Verdes, Comunales... Pero nadie le da respuesta. Claro, nadie está allí entre la espada y la pared —más bien entre la pared y la ceiba— cruzando dedos, intentando alejar maleficios que, al final, con la Ley de la Gravedad de Newton, no creen en nadie.
Inmenso el cubano
Ayer se publicó aquí la inquietud del anciano Luis Acosta Reyes, de la localidad matancera de Unión de Reyes, quien tiene amputadas sus dos piernas y ya dio de baja a su vieja silla de ruedas, prolongada a fuerza de remiendos, y no ha encontrado respuesta a su necesidad. Luis supo que Cuba tiene una nueva fábrica de sillas de ruedas y clama por saber cómo él puede tener acceso a una, pues su esposa, con tristeza, ve que no puede sacarlo de la cama. A partir de lo publicado aquí este martes, al mediodía de ayer mismo un cubano inmenso, Efraín Espinosa Lezcano, me llamaba por teléfono desde su casa, en calle 30 número 869, entre Avenida 26 y 41, en Nuevo Vedado, la capital, para ofrecerle a Luis el sillón de ruedas que conserva, el cual usara su difunta madre. Una historia que renueva corazones. Aun así, en caso de que Efraín y Luis contactaran felizmente y se sellara un nuevo episodio de la solidaridad, el reclamo del segundo sigue vigente, por muchos otros que también deben haberse visto representados en la inquietud del anciano de Unión de Reyes.