Acuse de recibo
EL pasado 7 de junio, en esta sección irrumpió la incertidumbre de Miguel Leyva, vecino de calle 11, entre 4 y 6, Edificio 855, apartamento 384, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución.
Entonces, Miguel denunciaba que desde el 27 de julio de 2005, cuando su televisor se dañó por un problema de alto voltaje en las líneas, la Organización Básica Eléctrica (OBE) de ese territorio no le había repuesto el equipo afectado, como había prometido. Casi un año en espera. Y le informaron que todo se debía a que el área económica de esa entidad no había entregado aún el cheque para la adquisición del telerreceptor.
A propósito responde ahora Israel Dixon Herrera, especialista de la Oficina de Gestión al Cliente de la Empresa Eléctrica de Ciudad de La Habana, quien reconoce que tal demora está fuera de lo común. Es interés de esa empresa, recalca, que a esos casos se les dé solución en el menor tiempo posible, por el derecho que tienen los clientes de que se les repare o repongan aquellos equipos afectados «por dificultades en el sistema eléctrico».
Precisa el funcionario que en ningún momento ha existido falta de financiamiento para tales indemnizaciones. Y califica de incorrecto lo informado a Miguel por parte del especialista de Daño a la Propiedad, a quien la dirección de la OBE le aplicó una medida disciplinaria.
Y señala que el expediente del caso de Miguel, con la oferta para adquirir el equipo, había sido presentado en la empresa el 2 de mayo, y ya el 25 de ese mes se había aprobado por la Unión Eléctrica. El 12 de junio fue visitado el cliente, y se le dio una satisfacción por lo sucedido. Ya el 14 de junio, Miguel tenía el nuevo televisor en su casa.
Aclara Dixon que los casos de equipos afectados se chequean semanalmente con los especialistas de las organizaciones básicas eléctricas territoriales, para darles solución a pesar de las dificultades existentes. «Nos encontramos trabajando, agrega, para solucionar en el menor tiempo posible todos los casos de consumidores que tienen expedientes de daño a la propiedad por equipos afectados, y, a su vez, lograr el trato de excelencia que merece nuestra población en general, y estos casos en particular».
Y aprovecho para alertar a los compañeros de la Empresa Eléctrica de Ciudad de La Habana, con la carta que enviara Octavio R. Ambruster, vecino de avenida 11, edificio 13, apartamento 7, entre 282 y 284, en Santa Fe, municipio de Playa.
Refiere Octavio que hace más de 12 años en su cuadra, en determinadas horas de la noche, el voltaje eléctrico desciende a niveles entre 87 y 92 voltios, lo que implica que equipos electrodomésticos y luminarias no funcionen o lo hagan con mucha dificultad. Tan así es, que como consecuencia de ello en su edificio se han roto refrigeradores y algunos televisores.
Y la respuesta ha sido que se requiere cambiar el transformador, pero que deben esperar a que se acometan los trabajos integrales de renovación técnica en el territorio. «Realmente, la espera desespera, cuando conocemos que puede haber una solución alternativa intermedia», concluye Octavio.