La radiomutagénesis es una técnica nuclear que permite obtener en menos tiempo, nuevas variedades agrícolas. Autor: http://www.cuba.cu Publicado: 10/06/2019 | 02:01 pm
La importancia de las técnicas nucleares para obtener nuevas variedades agrícolas con mejores rendimientos y resistencia al cambio climático constituyó el tema principal del Primer Simposio Latinoamericano de Mejora por Mutaciones en Plantas, que sesionó en el Hotel Barcelo-Solymar en Varadero, Matanzas.
El tema principal del Primer Simposio Latinoamericano de Mejora por Mutaciones en Plantas, que sesionó en el Hotel Barcelo-Solymar en Varadero, Matanzas, tuvo como tema principal la importancia de las técnicas nucleares para obtener nuevas variedades agrícolas con mejores rendimientos.
Especialistas de Cuba, India, México, Perú, Paraguay y Panamá, expusieron resultados sobre mejoramiento genético de cereales, granos, frutas, cítricos, y plantas ornamentales.
La Red de Comunicadores Nucleares (RECNUC) señaló también que hubo coincidencia en que la radiomutagénesis constituye una técnica nuclear que permite obtener en tiempos relativamente cortos nuevas variedades agrícolas con mejores rendimientos y resistentes a los cambios climáticos, en pos de una agricultura sostenible.
El Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), institución de la provincia de Mayabeque, fue quien auspició el evento con el objetivo de contribuir a la divulgación de los principales resultados en este campo, propiciar un fructífero intercambio entre profesionales de América Latina y otras regiones.
Daniel López Aldama, presidente de la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada, asistió a la ceremonia de apertura del encuentro en su condición también de máximo representante del Órgano de Coordinación Técnica (OCTA), de ARCAL.
Cuba asumió hace poco su presidencia durante la XX del OCTA, con la presencia de Yukiya Amano, Director General del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, Austria.
ARCAL es un acuerdo intergubernamental que tiene como objetivo principal la cooperación horizontal, técnica y económica, con el fin de promover el uso de las capacidades nucleares y sus aplicaciones con fines pacíficos, y cuenta con la colaboración de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Cuba se incorporó a su Programa en 1988 y cuando el Acuerdo se abrió a la firma en 1998, lo suscribió el 25 de septiembre de ese año y lo ratificó el 4 de septiembre de 2002.