Albert Einstein. Autor: Internet Publicado: 18/04/2018 | 01:13 pm
El célebre creador de la Teoría de la Relatividad, y Premio Nobel de Física de 1921, Albert Einstein, falleció un día como hoy en Princeton, Estados Unidos, a los 76 años de edad.
El reconocido profesor —nacido en Ulm (ciudad del Imperio alemán) el 14 de marzo de 1879— llegó a La Habana el 19 de diciembre de 1930, con 50 años de edad, y tuvo en la capital de todos los cubanos un gran recibimiento.
Llegó en el vapor Belgenland, con su colaborador científico, Walter Mayer; su secretaria personal, Helen Duken; su esposa Elsa, y una amiga.
Permaneció solo 30 horas en suelo habanero. El periódico El Heraldo de Cuba anunció: «El sabio alemán que niega la prolongación al infinito de dos líneas paralelas entre sí, fue huésped ayer de nuestra capital».
Excelentes caricaturas de Román y Massaguer sobre el eminente físico calzaron las informaciones en la prensa de su visita al entonces Museo Nacional de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay, donde recibió el cálido homenaje de los científicos e intelectuales del patio.
Einstein visitó la Sociedad Cubana de Ingenieros y la Sociedad Geográfica de Cuba. En el Libro de Oro de esta última institución dejó escritas sus impresiones sobre la visita y el cordial trato recibido.
Al pie de una amplia gráfica, otro diario capitalino comentó: «Einstein dirige un saludo a sus anfitriones cubanos en el paraninfo de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, cuyos locales pertenecen actualmente al Museo Nacional de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay».
Alemán de origen judío, posteriormente nacionalizado suizo y estadounidense, Einstein fue elocuente al referirse a los problemas socioeconómicos del mundo en aquel momento.
El destacado científico anunció en 1905 lo que llamó su Teoría de la Relatividad Especial sobre la vinculación de la masa y la energía. En 1915 dio a conocer lo que denominó la Teoría de la Relatividad General, en la que reformuló por completo el concepto de la gravedad.
La obra de Einstein fue considerada nefasta por los nazis. El gran científico tuvo que exiliarse en Estados Unidos y ayudó a su amigo, el fotógrafo y caricaturista alemán Joseph Scharl, a hacer lo mismo.
En el marco de la conmemoración de los 63 años del fallecimiento del gran científico que revolucionó el estudio de ciencias exactas, te presentamos algunas curiosidades de su vida.
Tenía dificultades para hablar
Hablaba muy lentamente y muy bajito, le costaba construir frases enteras. Sus padres temieron que sufriese algún tipo de retraso mental hasta que, con 9 años, comenzó a hablar normalmente.
Sus maestras y maestros decían que no llegaría a nada en su vida
Ya que no se ajustaba a los parámetros que esperaban de él, o por no procesar la información con la rapidez que otros niños lo hacían, los maestros decían que no lograría nada en su vida.
No aprobó su examen de ingreso a la universidad
Superó las pruebas de ciencias y matemáticas, pero reprobó otras materias como historia, idiomas y geografía. Tuvo de acudir a clases particulares y realizar un nuevo examen para poder ingresar.
No tenía muy buena memoria
Aunque conocía de memoria libros enteros cargados de fórmulas y leyes, cuando se trataba de recordar cosas comunes su memoria se quedaba corta. Le costaba hasta recordar fechas de cumpleaños.
No le gustaba usar calcetines
Notaba que el dedo gordo del pie siempre termina haciendo un hoyo en el calcetín, por lo que decidió dejar de usarlos. Este hábito lo mantuvo hasta su muerte.
Una leyenda que se le atribuye a Einstein: Chofer por un día
Un día Einstein y su chófer intercambiaron papeles debido al cansancio del físico de dar un discurso específico. El trato fue que su conductor diera el discurso y Albert manejaba, y así ocurrió.
Luego de morir su cerebro fue conservado
Gracias al permiso de su hijo Hans Einstein, el médico Stoltz Harvey repartió trozos del cerebro de Einstein entre varios científicos para que fuese estudiado.
(Con información de Telesur)