La felicidad es una forma de vida en el mediano y largo plazo. Autor: Tomado de Internet Publicado: 20/03/2018 | 01:18 pm
Desde el 2013, las Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo.
En 2015 exactamente esta organización lanzó los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta —tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad. El pasado año, invitaron a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, los negocios y los gobiernos, a celebrar este día y alcanzar los objetivos.
¿Cómo lograr ser una persona feliz?
- Piensa de forma más positiva. La manera más fácil de ser más feliz es esforzarse por ser una persona más optimista.
- Haz una lista de gratitud.
- Aprecia las cosas pequeñas.
- Vive en el presente.
- Saca tiempo para reflexionar.
- Deja de compararte con los demás.
- Sé más compasivo.
Para más detalles sigue estos diez pasos que te recomendamos
1. Cambia el chip:
Mírate, reflexiona sobre todas tus cualidades, eres irrepetible, naciste para cosas extraordinarias, eres alguien muy valioso por el simple hecho de tener vida, así que debes empezar a quererte. Si no lo haces tú, ¿quién lo hará?
2. Fortalece tu personalidad:
Una vez tengas claro cuan valioso/a eres, que de seguro es muchísimo, empieza a crear una forma de ser más sólida, más vehemente ys egura de ti. Si antes te preocupaba que alguien no te saludara, ¿por qué tendrías qué hacerlo tú? Fortalecer la autoestima es la clave.
3. Cambia tu carácter:
Si deseas recuperar tu respeto y dignidad, es importante que crees tu propio criterio y opinión frente a las cosas, y si alguien no está de acuerdo, no tienes por qué modificar tus pensamientos para que sea el otro quien esté conforme.
4. Identifica la gente buena:
Un conocido refrán dice que «al que buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija». La idea es que te sientas bien contigo mismo y rodearte de buena compañía ayuda a crear un circulo social de hábitos saludables y que contribuye al propósito de ser feliz.
5. Equilibra tus emociones:
Una vez que tienes claro quiénes aportan a tu felicidad y quiénes no, llega el momento para ser estratégico. Una persona feliz tiene inteligencia interpersonal; por ello, es importante que no te alejes absolutamente de las personas no gratas: saludarlas con cortesía no quiere decir que sean tus amigos, pero sí harás que reflexionen sobre sus actos, y tú te sentirás con más tranquilidad.
6. Fija metas:
Hacer tu proyecto de vida hará que te mantengas ocupado en conseguir tus sueños, y tener sueños significa tener motivos para vivir y de seguro tienes muchos: tu familia, tus amigos sinceros, tu comunidad, tu país... y todo lo que te acerque a tener una mejor calidad de vida.
7. Empieza hoy:
Si sueñas con ser un gran ingeniero, y piensas en las múltiples barreras que te impiden iniciar tus estudios profesionales y tener una vida saludable, es hora de darte cuenta de que esos obstáculos están en tu mente. Si lo quieres lograr, podrás hacerlo, empieza desde ya.
8. Dedícate a lo que te apasiona:
Ya has aprendido que tú tienes todo el derecho para ser feliz, independientemente del mundo exterior, así que debes hacer lo que te gusta, si haces cosas solo porque alguien más te dice que debes hacerlo, o porque los medios dicen que está de moda, y realmente no te gusta, difícilmente te sentirás pleno con tu vida.
9. Ayuda a los desprotegidos:
Cuando estás agradecido con la vida porque has logrado alcanzar tus metas y ganas dinero por hacer lo que te hace feliz, llega la hora de alimentar tu corazón. Puedes fundar o acercarte a una ONG que se dedique a realizar cosas buenas para ayudar a los demás; hacerlo te hará feliz.
10. Sé feliz:
La felicidad es un amplio concepto, pero está en los pequeños detalles, los 9 pasos anteriores son pautas que te acercan a tu bienestar, y como éste es un ideal diferente para cada uno, sería genial que compartieras y comentaras tus experiencias de cómo has logrado alcanzar la felicidad.
Reflexiones «entre felicidad y placer»
Qué subidón. Meses ahorrando y por fin es suyo. Menos dar masajes en los pies, hace de todo. Y ya puede, con el dineral que ha costado. Pero ahí está, tan elegante, tan nuevecito. El smartphone último modelo. O el coche. O el abrigo. El caprichazo. La sensación de felicidad es inenarrable. Le embarga, le llena. Pero, ¿es felicidad? Los expertos afirman que no. Que eso que usted siente es placer, y que el placer es efímero. Porque, en nada, lanzarán una versión mejorada de su móvil, un modelo más completo de su coche o se topará con un abrigo más bonito en cualquier escaparate, devolviéndole a la casilla de salida. Y, por si fuera poco, empezará a no saber lo que es la verdadera felicidad.
Mal asunto. «El placer está relacionado con las sensaciones crudas, puntuales, muy de piel y, por eso, tiene un recorrido muy corto», explica Rosana Pereira, psicóloga del gabinete Haztúa y experta en psicología positiva y gestión de los sentimientos, que completa: «Por el contrario, la felicidad es una forma de vida en el mediano y largo plazo».
Y ambos estados están determinados por las hormonas; la dopamina, el neurotransmisor que desencadena en el cerebro las sensaciones de euforia y recompensa, es el motor del placer, mientras que la serotonina, relacionada con la calma y la satisfacción, es la responsable de la sensación de felicidad. Pero —y ahora viene el problema— la dopamina suprime a la serotonina o, dicho de otra forma, la búsqueda del placer por el placer nos aleja de la auténtica felicidad.
Entonces, tanta hora feliz en los bares y tanto emoción sonriente se revelan como parches procuradores de bienestar momentáneo que malacostumbran al individuo y que salpican de fallas el camino a la felicidad real. «La sociedad actual está enfocada únicamente en el placer, en la satisfacción a corto plazo, en el no tener que hacer, o dar nada a cambio», afirma Pereira, que apunta así a la raíz del problema de muchas personas frustradas y deprimidas.
Pereira explica además el concepto de rueda hedónica, la capacidad del ser humano de adaptarse al placer por el placer: «Como si fuera una droga, cada vez necesitamos más para experimentar el mismo grado de bienestar», sostiene, y pone como ejemplo las primeras salidas con los amigos en la etapa adolescente. Por entonces, cualquier plan era una caravana de nuevas sensaciones placenteras; ir al cine, tomar un refresco… todo valía. Placer en estado puro. Pero conforme pasa el tiempo los planes deben volverse más elaborados para hacernos disfrutar.
Seamos razonables
El placer es visceral; la felicidad, etérea. El placer es recibir; la felicidad, dar. El placer es individual; la felicidad se comparte. Y el ánimo por darse placer es insaciable, porque el cuerpo y la mente siempre querrán más. Un móvil mejor, un coche con más extras, un abrigo más caro. Aunque todo cumple su función y, de nuevo, el equilibrio es clave: «El placer no es malo. ¿Cómo va a serlo? Darse un capricho, comer, practicar sexo… Lo malo llega cuando la vida se enfoca únicamente en ese sentido», concluye Rosana Pereira (Leer más).