Japón, partidario al parecer del proverbio según el cual «la mejor defensa es un buen ataqu», tiene casi listo un virus que funcionará como «policía electrónico» para bloquear ataques informáticos e incluso identificar rápidamente de dónde vienen.
El desarrollo del «virus policial» comenzó en 2008, según trascendidos del diario Yomiuri Shimbun, a través de un proyecto de tres años confiado por el ministerio de Defensa japonés a la empresa privada Fujitsu, por 178,5 millones de yenes (unos 1,8 millones de euros).
Las primeras pruebas en ambientes virtuales estrechamente controlados dieron buenos resultados, al punto que el gobierno de Tokio está evaluando las consecuencias legislativas en el uso del arma.
La función principal del «policía informático», explicó el diario, es lograr remontarse hasta las fuentes de los ataques cibernéticos, las propias computadoras que los originan y luego aquella red a la cual contagian sus virus.
«Las pruebas fueron óptimas, tanto en los ataques de tipo Ddos (”distributed denial of service», en los que se ataca a sitios web con grandes moles de datos para obligarlos a apagarse) como en los intentos de robar datos de computadoras particulares», explicó el diario.
El «ciber policía» tiene la capacidad de desactivar los programas de ataque y al mismo tiempo recolectar información relevante. Los tests realizados hasta ahora en redes cerradas permitieron confirmar su utilidad y compilar datos sobre los patrones que se reiteran en los ataques informáticos.
De todos modos, este tipo de asaltos cibernéticos no fueron incluidos en una decisión gubernamental de 2005 que define el tipo de ataque contra el cual se puede ejercer el derecho a la autodefensa.
«Dada la situación, hay una alta posibilidad de que estas armas electrónicas no puedan ser usadas contra partes externas», precisó el diario, ya que «su uso podría ser considerado una violación de la cláusula que prohíbe la producción de virus, según el Código Penal».
Mientras el ministerio de Defensa aseguró que no se están considerando nuevas aplicaciones más allá de las puramente defensivas, algunos especialistas creen que Japón debería acelerar el desarrollo de defensas informáticas contra los ciberasaltos, reconsiderando la definición legal de «arma».
Tomado de CubaDebate