Una atmósfera impoluta y siete muertos por accidentes automovilísticos, son este viernes el legado amable y funesto para Egipto tras casi 24 horas de lluvia ininterrumpida, suceso climático sin precedentes aquí en los últimos 40 años.
El aire fresco y descontaminado fue agradecido por la mayoría de los egipcios como una bendición, pese a tener que sortear calles convertidas en lagunas y aceras con pegajoso lodazal, por causa del aguacero del jueves y la precariedad del sistema de alcantarillados.
Sin embargo, la satisfacción de muchos por dejar atrás, al menos por unas horas, el polvoriento aire cairota quedó truncada al leer o escuchar noticias con saldos luctuosos como consecuencia del temporal.
Fuentes de socorro y de seguridad confirmaron que la intensa lluvia y el fuerte viento que asoló a varias provincias provocaron seis muertos y 15 heridos cuando un minibús chocó con un camión cerca de la localidad de Mallawi, en la carretera de Menia a Luxor (centro).
Dentro de los múltiples percances viales se contabilizó también un deceso y nueve lesionados por la colisión de dos camiones muy próximo al referido lugar, y en el norte de Menia, unos 300 kilómetros al sur de El Cairo, hubo otros dos heridos al volcarse un carro.
El choque de otro bus de pasajeros con un camión en la aldea de Bergaya, en la citada demarcación, causó nueve lesionados, apuntaron las fuentes, al reportar también derrumbes en precarias viviendas de adobe, inundaciones en zonas rurales y otros trastornos.
Medios oficiales apuntaron que cuatro puertos en la provincia de Suez, que da nombre al canal intermarítimo, tuvieron que ser cerrados temporalmente debido al mal tiempo, mientras en la gobernación de Puerto Said la rada pesquera quedó clausurada por las altas olas.
Asimismo, se informó que un pescador fue dado por desaparecido y otros 16 sufrieron heridas en el lago Qarun, de la demarcación de Fayoum, al suroeste de la capital.
El pronóstico es de más lluvia en el Sinaí Norte, Suez y la costa del Mediterráneo, situación que los más adultos recuerdan hacía 40 años no ocurría en Egipto, con 95 por ciento de territorio desértico y un promedio anual de precipitación inferior a los 200 milímetros.