Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con los arreos a medio calzar

El receptor Andrys Pérez se perfila como uno de los máscaras que vista el uniforme de las cuatro letras en el venidero Premier 12. Sobre sus expectativas, deseos y el momento de la preparación dialogó recientemente con Juventud Rebelde

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Tal vez el receptor matancero Andrys Pérez García sea en la actualidad uno de los máscaras más ágiles, defensivos y con mucha maña que posee la Serie Nacional, a pesar de su corta edad. Apenas su rostro delgado enseña los 23 años, pero ya es considerado un atleta de experiencia dentro y fuera de los terrenos cubanos, y de excelentes dotes físicas para jugar al béisbol.

Los más sabios y entendidos opinan que la receptoría es una posición donde la maestría deportiva llega con el tiempo. Sin embargo, este muchacho luce tan suelto detrás del plato, que cada lanzamiento en zona de dudas lo recibe fácilmente, engaña, cierra bien el «home», y hace ver sencillas todas esas acciones en cuestiones de segundos desde las gradas.

Casi al final de la fuerte rutina de entrenamientos que por estos días mantiene la preselección nacional cubana en el Coloso del Cerro, el estadio Latinoamericano, rumbo al Premier 12, conversamos con el talentoso jugador matancero, quien asegura que siempre resulta un honor encontrarse en el selecto grupo de peloteros que optan por un puesto en el equipo Cuba.

Andrys parece no estar confiado luego de ser un nombre seguro en las últimas nóminas cubanas desde el 5to. Clásico Mundial de Béisbol hasta la fecha. Todo lo contrario: «Ahora  es cuando más hay que esforzarse», expresa tranquilo mientras concluye la sesión. «Si me preguntas, te diría que no me veo seguro en el equipo. Aquí el puesto debemos ganarlo en los entrenamientos», agrega.

A pesar de que en la pasada campaña nacional el espigado receptor estuvo lesionado durante buena parte de la serie, ahora comenta que se encuentra recuperado y listo para continuar enfrentando el rigor de la preparación. «Todas las lesiones quedaron atrás y estoy en una buena forma física», precisó.

Los del grupo de receptores que está en la preselección nacional nos conocemos y tenemos muy buena relaciones, refirió. «Estamos trabajando unidos para lograr el objetivo principal, que consiste en prepararnos de la mejor forma posible primero, y luego obtener el resultado que esperamos en la competencia», argumentó.

Después de la polémica desatada tras la negativa de otro matancero, Ariel Martínez, de calzar los arreos en el importante torneo de noviembre, según dio a conocer el propio jugador en días recientes durante una entrevista, Andrys solo comentó que habrá que esperar hasta última hora, pues calidad y talento le sobran al pelotero de los Nippon Ham, en la Liga japonesa, para desempeñarse en la posición. «Solo depende de lo que él decida», agregó.

Mientras, quien se perfila a ocupar el puesto detrás del plato en el Premier 12, sin duda, es Andrys Pérez. Eso sí, la ofensiva sigue siendo un punto a deber por él, a pesar de que en los últimos eventos internacionales ha mostrado mejoría. Quizá la confianza ganada por su regularidad en el equipo nacional se refleja ahora en las estadísticas al bate. Para una muestra tenemos los diez vuelacercas que disparó en la última Serie Nacional, la mayor cantidad de su carrera, y el promedio ofensivo que rayó los 300.

«Pienso seguir preparándome fuerte en las semanas que nos quedan con el profesor Urrutia (Osmani) y Orestes Kindelán, quienes me han ayudado bastante para crecer en el aporte ofensivo», aclaró el joven jugador matancero.

Pero  el director del equipo Cuba ha dejado algunas pistas en días recientes: «Con picheo y defensa podemos alcanzar la victoria», dijo a Juventud Rebelde. Y si nos guiamos por los propósitos de Mandy Johnson, este muchacho sigue encajando a las mil maravillas para calzar los arreos y guiar a los lanzadores en el objetivo de alcanzar el buen resultado que sigue debiendo el béisbol cubano fuera del patio.

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