Tomada de la mano que llegó al aeropuerto, Díaz-Canel conduciría con ternura y cariño a Leonor la madre de Mijaín López Núñez. Autor: Estudios Revolución Publicado: 13/08/2024 | 02:37 am
Tomada de la mano desde que llegó al aeropuerto, Díaz-Canel conduciría con ternura y cariño a Leonor, la madre de Mijaín López Núñez, como si llevara a toda Cuba a recibir a nuestra delegación a los Juegos Olímpicos de París 2024, desarrollados del 26 de julio al 11 de agosto.
Foto: Estudios Revolución
El avión de Air France fue saludado con un bautismo de agua al entrar a la losa de la Terminal 3 del aeropuerto internacional José Martí, y tras ello, el cinco veces campeón olímpico en lucha grecorromana asomó por una ventanilla de la cabina del piloto e hizo relucir la bandera cubana durante varios minutos, mientras se acercaban a la zona de arribo.
Junto al Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, acudieron a dar la bienvenida a la delegación criolla, los miembros del Buró Político, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y Amado Ricardo Guerra, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, quienes saludaron, uno por uno, a atletas, entrenadores, dirigentes del Inder y el Comité Olímpico Cubano, y otros miembros de la delegación.
Foto: Abel Padrón Padilla
En el acto de recibimiento, guiado por la música de destacados artistas cubanos, el campeón olímpico en boxeo Erislandy Álvarez agradeció, como «un momento especial», la bienvenida en nombre de sus compañeras y compañeros, quienes, diría, competimos inspirados en la grandeza de los mejores hijos de Cuba.
El joven atleta subrayaría la importancia de que el acto estuviera ocurriendo «a pocas horas del aniversario 98 del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a cuyo pensamiento y liderazgo debemos el nacimiento y la consolidación de nuestro sistema deportivo», señaló.
«Igualmente, añadió, nos enorgullece sentirnos encabezados por ese grande de la competición y de la dignidad que es Mijaín López, y la posibilidad de agradecer en nombre de atletas, entrenadores, demás integrantes de la delegación, la muestra de cariño y respeto con que fuimos alentados».
«Constituye un honor, enfatizó, habernos sentido en el centro de atención de millones de cubanos, a los que tuvimos presente en cada salida a las competencias». Sobre los resultados de la delegación, el pugilista diría: «Queríamos más, porque nunca será suficiente lo que aportamos a nuestro heroico pueblo, pero sepan que no nos faltó el arrojo y la decisión de vencer».
El recibimiento se extendió hasta bien entrada la noche, desde el mismo aeropuerto, pasando por las avenidas de Boyeros, 26 y 23, hasta llegar a La Piragua, en el Malecón, donde miles de habaneros salieron a las calles a saludarlos.
Foto: Presidencia Cuba
Antes de iniciar el emotivo recorrido, en las palabras centrales de la bienvenida, el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella les expresó a los
atletas que regresaban a la patria «con la satisfacción de haber competido con dignidad y apego a los valores de nuestro deporte».
En un recuento de la participación cubana, recordó que «fuimos a París con una delegación más pequeña que en los Juegos Olímpicos anteriores, integrada por 61 atletas en 16 deportes, que participó en 53 de las 329 pruebas convocadas. Se lograron dos medallas de oro, una de plata y seis de bronce, y nos ubicamos en el lugar 32 por países, y entre los países latinoamericanos ocupamos la segunda posición».
Perdomo Di-Lella destacó particularmente la actuación del luchador Mijaín López, «que nos permitió, dijo, compartir un momento histórico con su llegada a cinco títulos en estos escenarios», y la del boxeador Erislandy Álvarez, nuestro otro atleta con medalla de oro, así como la del resto de los deportistas que obtuvieron plata y bronce.
«El pentacampeón (Mijaín) puso el nombre de Cuba en lo más alto del Olimpo con esta extraordinaria proeza, fruto de su dedicación, de su valor, de su amor por la Patria y de su altísimo honor», dijo.
Subrayó que en la Patria se siguió con desvelo cada actuación de todos nuestros atletas y se compartió las emociones de los triunfos como también los sinsabores de cuando no se pudo ganar.
«Sentimos orgullo del comportamiento ético, patriótico y revolucionario de ustedes, y del empeño y la tenacidad con que han salido a la competencia, ajustados al juego limpio, la disciplina, el respeto de los contrarios y el espíritu de intercambio fraternal».