Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Industriales, una remontada épica e inédita en el béisbol cubano

Leones sacan pasaje para la semifinal tras imponerse en siete juegos a Santiago de Cuba

 

Autor:

Norland Rosendo

Lo más seguro es que tarden muchos años para que algún equipo repita la hazaña de Industriales. Quizá no, porque el béisbol es más impredecible que los grandes amores. Pero nunca antes se había remontado una serie de playoff 0-3.

Solo Pinar del Río, ese otro que viene con ínfulas de rememorar viejos tiempos, logró en una ocasión emparejar la serie a tres ante Ciego de Ávila, pero en el séptimo partido no pudo rematar, y se mantuvo virgen esa hoja reservada a los hechos inéditos.

Hasta que este sábado, 6 de julio de 2024, Industriales puso su nombre ahí. Osado, grande, irreverente, ante su eterno rival en la pelota cubana: Santiago de Cuba.

Y ese último dato añade más jerarquía al suceso. Fue ante otro de los llamados históricos, en el clásico de clásicos. Se hablará mucho hoy, mañana, este año, el próximo, las venideras décadas…

En Grandes Ligas solo el Boston atesora una hombrada así. Nadie más.

Ahora, el marcador del séptimo choque apenas importa. En unos días pocos recordarán el 4-2 reflejado en la pizarra tras el out 27, ni siquiera se acordarán de que Roberto Acevedo cometió una de las jugadas más infantiles y locas que se recuerden en los últimos años, y mira que las hay.

Acevedo le pasó por al lado al corredor en tercera y siguió envalentonado con los frenos rotos para el home. Ese out por regla hubiera podido ser costoso, pero las Avispas no pudieron remontar, ni siquiera empatar en el noveno.

Imaginan lo que hubiese pasado si los santiagueros hubieran dejado en el campo a los Leones. Acevedo hubiera tenido que pedir «asilo» en aquellos lares, porque a La Habana seguro no entraba más.

Al final, no tuvo consecuencias su exceso de adrenalina, y Santiago de Cuba quiso reponerse, per no pudo. Es un golpe duro para ellos. Durísimo, para una afición muy exigente que tuvo la semifinal al alcance de un éxito y cayó, nada menos que ante su eterno adversario. Duele más, seguro.

Después de los tres triunfos iniciales del equipo de Eddy Cajigal, muy pocos apostaban a una victoria siquiera de los Leones de Carmona, pero estos salieron, juego a juego, a divertirse y divirtiéndose ganaron.

Una vez, dos veces y tres veces, ante los ojos atónitos de la ardiente fanaticada indómita y el enmudecimiento poco a poco de la conga oriental. Así llegó el duelo sabatino: el de todo o nada, vida o muerte, o tú o yo. Y sucedió lo de nunca antes: ganó el que muchos enterraron antes de tiempo.

Marque la fecha, reitero: 6 de julio, año olímpico, sucedió en el béisbol cubano una remontada olímpicamente espectacular.

Toca la reverencia: Felicidades, Industriales.   

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