De cara a 2026, los de la hoja de arce tienen un futuro brillante. Foto: Getty Images Autor: Getty Images Publicado: 01/12/2022 | 09:42 pm
Jugar un Mundial parece, a priori, la motivación más grande para cualquier futbolista, o como mínimo, debería clasificar en el top 3 de cada uno. Las expectativas que genera vestir la camiseta nacional en un evento como este pueden ser, tanto a nivel individual como colectivo, un arma poderosa, aunque con un peligroso filo doble.
Canadá, líder de la eliminatoria de Concacaf, viajó a la nación catarí con grandes expectativas. Este grupo de jóvenes —y otros que ni tanto— comandado por el técnico John Herdman le permitió a la hinchada del país norteño celebrar el regreso de la hoja de arce a las copas del mundo luego de 36 años, y solo con eso ya se habían ganado el respeto de todos.
Por cosas del azar, los canucks cayeron en el mismo grupo con Bélgica, la cabeza de serie, el siempre complicado Marruecos y Croacia, los vigentes subcampeones del orbe, tres razones para considerarlos como la cenicienta de la llave.
Tras 11 días de competición pasó lo que muchos vaticinaron y Canadá se despidió oficialmente de Catar 2022 (ya estaban eliminados desde la segunda vuelta) este jueves, luego de perder por tercera vez en la presente fase de grupos, etapa durante la cual recibieron siete goles y solo marcaron dos.
A Los Rojos, liderados sobre la cancha por hombres como Alphonso Davies, Atiba Hutchinson, Estephen Eustáquio, Tajon Buchanan, Steven Vitória y Kamal Miller, les faltó la pegada necesaria (en ambas áreas) para trascender en un torneo tan corto. Por otra parte, la inexperiencia los castigó también, haciéndolos proponer y buscar resultados para los que tal vez aún no estaban listos.
Además, sus recientes resultados, sumados a las tres derrotas del ’86, hacen que los canadienses sigan sin sumar puntos en citas del orbe y se mantengan dentro del «club» al que pertenecen también las escuadras de El Salvador, Irak, Togo, Catar, Indonesia, Emiratos Árabes, Panamá, China, Haití y República Democrática del Congo (entonces Zaire).
Sin embargo, y errores aparte, de los reproches que pudieran esgrimirse contra este conjunto norteamericano, ni siquiera el más incisivo de los críticos se atrevería a señalar la carencia de voluntad.
Desde el minuto uno del duelo debut, hasta el 90 y pico del último encuentro de la primera fase, esta banda dio lo mejor que tenía y tal vez mereció algo más (aunque esto no vaya de eso) que perder por la mínima contra una pálida versión de Bélgica, terminar goleada ante los croatas o caer nuevamente ante un Marruecos que demostró estar listo para empeños mayores.
Si hubiera que aplaudir a algunos miembros de esta selección, el primero de todos en recibir una ovación es el veterano Hutchinson, quien a sus 39 años capitaneó, por juego y carácter, una plantilla llena de lozanía que tuvo en él al ancla en los momentos más difíciles. Tras su último baile, luego de completar casi dos décadas como internacional, este señor puede irse tranquilo a casa sabiendo que sus sucesores sabrán honrar el legado que dejó al vestir la camiseta patria.
Luego, hay que destacar otro momento y nombre claves: el cabezazo de Davies, que significó, en principio, el primer tanto de los suyos en estas lides. Además de servirle para tocar la fibra de toda la hinchada global, durante ese momento de éxtasis el virtuoso extremo del Bayern de Múnich mandó un mensaje alto y claro: dentro de cuatro años, Canadá llevará al Mundial lo mejor de su fútbol. Y posiblemente carguen también con el doble de ganas.
Resultados del jueves
Croacia 0-Bélgica 0
Canadá 1-Marruecos 2 (Aguerd 40’PP / Ziyech 4’, En-Nesyri 23’)
Japón 2-España 1 (Morata 12’ / Doan 49’, Tanaka 51’)
Costa Rica 2-Alemania 4 (Gnabry 10’, Havertz 73’ 85’, Füllkrug 89’ / Tejeda 58’, Vargas 70’).