Silva aspira a realizar una gran actuación en el Mundial de octubre venidero. Autor: IJF Publicado: 05/05/2022 | 08:09 pm
Digámoslo sin eufemismos: el judo cubano atraviesa su momento más aciago del siglo en curso. La prueba de tal conjetura está palpable en la escasez de éxitos y la imposibilidad de contar con figuras en la élite mundial, salvo contadas excepciones.
Sortear la realidad sería un error. Por ello, la Comisión Nacional de la disciplina y el colectivo técnico trabajan en encontrar recambios para las grandes figuras que un día se regodearon entre la élite del deporte de los ippones. No obstante, como matiz positivo, en medio de la bruma de incertidumbre que nubla el futuro, aparecen atletas como Iván Silva, con resultados muy esperanzadores en la actual temporada.
El matancero de la división de hasta 90 kilogramos debe ser líder, por palmarés, condiciones físicas y técnicas y experiencia, en el actual ciclo olímpico que concluirá en los Juegos de París 2024. Allí irá en busca de la ansiada medalla bajo los cinco aros, anhelo esquivo en Tokio hace doce meses.
Sobre el equipo masculino preparado por Julio Alderete, Silva opina: «Es un elenco que estamos intentando renovar en varias divisiones, unos cuantos atletas jóvenes han ganado protagonismo, sin dejar de lado, claro está, a los que tienen más experiencia, como Andy Granda y yo. Considero que los entrenadores han realizado un trabajo muy serio intentando aprender de errores que tuvimos en el anterior ciclo, incluso en otros atrás».
Sobre su desempeño en la actual temporada, en la cual ha espantado los fantasmas de la anterior, en la cual estuvo lejos de su nivel óptimo, asegura que la mejoría responde a la ausencia de lesiones, su buen estado físico, con descanso adecuado y aprovechando las bases de entrenamiento en el exterior.
No obstante, advierte que «cuando empiezas con buen pie no siempre significa que terminarás bien, aunque sabes que vas por el camino correcto y que las cosas están saliendo, sobre todo cuando logras cosas que nunca habías logrado anteriormente».
«Yo jamás había ganado oro en un Grand Slam ni tampoco dos podios consecutivos en esa misma competencia. Esto es algo favorece además mi ubicación en el ranking mundial, que ayuda bastante después en los sorteos. En el actual ciclo olímpico, como los anteriores, tengo como reto fundamental esa presea bajo los cinco aros que tanto ansío, pero pasando por Centroamericanos, Panamericanos y cada una de las competencias que también son importantes», añade el subtitular universal en Bakú 2018.
—¿Y los propósitos del equipo masculino en general en el ciclo?
Creo que con trabajo todo se puede lograr. Debemos cumplir los objetivos uno a uno, competencia tras competencia, poco a poco. Para mí, esa es la clave para lograr el objetivo final que radica en alcanzar una, dos medallas, tres, ¿por qué no?, en París 2024.
—¿Cómo encara lo que resta de calendario competitivo este 2022?
Ahora viene una segunda etapa de la preparación, pues la primera fase concluyó con el Campeonato Panamericano, al que llegamos en excelente forma. Después afrontaremos unos Grand Slam, Grand Prix, campamentos de entrenamientos, todo con la mirada puesta en el Mundial que será en octubre en Uzbekistán.