El niño camagüeyano Felipe Herrera se llevó el cetro de la categoría Sub-12. Foto: Osmani Pedraza Autor: Osmani Pedraza Publicado: 30/04/2022 | 08:32 pm
Durante el recién concluido Memorial Internacional Capablanca de ajedrez, efectuado en La Habana, uno de los grupos competitivos fue el «Buscando un Capablanca», dentro del cual compitieron jóvenes promesas del juego-ciencia en dos categorías de edad.
En el apartado para menores de 16 años primó el artemiseño José A. Hernández (Sub-16), casi perfecto con sus 8.5 puntos.
Mientras, en el Sub-12, en donde intervinieron 131 atletas de cuatro países y 15 territorios nacionales —faltaron los de Santiago de Cuba— dominó el camagüeyano Felipe con ocho rayitas de nueve posibles.
Con respecto a esta categoría, la más joven de la lid, conversó JR con la Gran Maestra Vivian Ramón, directora del Centro de Estudios de Ajedrez ISLA.
«Los niños tienen que intercambiar experiencias, aprenden jugando entre ellos. Todo jugador de ajedrez aprende de sus propias partidas, sobre todo de sus derrotas. Por tanto, la competencia es importante, ese intercambio con su generación, y el ajedrez cubano ha tenido en cuenta siempre eso. Incluso, antes de «Buscando...», tuvimos un torneo similar, de donde salió una pléyade de jugadores que incluye a Leinier Domínguez, Yaniet Marrero, Sulennis Piña, Oleiny Linares, Yuniesky Quesada, Omar Almeida y Yuri González.
«Es una fuente de desarrollo este certamen que no se puede perder. En el inicio de esta edición tuvimos una satisfacción tremenda al ver cuántos niños deseaban ingresar en la lid. Tratamos, en primer lugar, de que fueran los líderes de las categorías, además de que existiera la mayor representación posible de las provincias del país. Mucho orgullo ver, por ejemplo, un competidor de Rafael Freyre, municipio holguinero, sin Elo, sin embargo, varios ajedrecistas pensaron que es un gran talento y lo trajimos. Le obsequié un libro del deporte porque hay que seguir estimulándolos», dijo Vivian.
La ocho veces monarca del archipiélago aseguró que la práctica del juego-ciencia es un pilar en la formación educativa de los pequeños y no importa que no puedan convertirse en Grandes Maestros, pues lo relevante es que serán, sobre todo, personas útiles a la sociedad.
Además, la profesora agregó que el ISLA piensa recuperar sus torneos, para lo cual están a la espera de un momento favorable que les permita concretar esa aspiración.