JIGUANÍ, Granma. — Ya a los 11 años asombraba. Asombraba por sus lanzamientos supersónicos y por los deseos de crecer en el softbol, disciplina a la que llegó gracias a la insistencia de Reynaldo «el Zurdo» Moreno.
Hoy, casi dos décadas después, Yilian Tornés Vargas, la principal estrella que guio a Granma a su decimosexto título nacional en el deporte de la bola blanda, casi no puede creer sus lauros y sigue hablando con la misma humildad con la que salió del barrio de El Bolo, un caserío rural de Jiguaní, en el que vive desde los siete años (nació en Contramaestre, Santiago de Cuba).
«No puedo decir que soy la mejor lanzadora de Cuba. Considero que ese puesto es de la villaclareña Anisley López, por resultados y su historial», dice esta muchacha nacida el 13 de febrero de 1992.
Tal modestia hace que no se le suban los humos por haber sido seleccionada la atleta más valiosa del último campeonato nacional, también que eluda hablar de sus sorprendentes números en ese certamen: ganó ocho juegos (incluyendo los dos decisivos), no permitió carreras en 37 entradas y dos tercios y sacó 73 outs —de 113— por la vía del ponche.
«Tuve una excelente preparación durante un mes junto a mis compañeras de la preselección nacional en La Habana. Eso me ayudó mucho para tener una buena actuación, pero creo que también influyó mi experiencia en la liga italiana porque me dio más fuerza mental».
En aquel país jugó en 2019 y 2021, con los clubes Caserta y Caronno, respectivamente, y perfeccionó su técnica para lanzar, ahora basada más «en la rotación de la bola» que en la velocidad.
Respecto al último torneo de Cuba, Yilian reconoce que fue constantemente apoyada por sus compañeras, de manera especial en el partido del cruce (del sistema page) y en el de la gran final, ambos contra Villa Clara, su más enconado rival de los últimos años.
El título ganado el domingo 13 de marzo ensanchó el palmarés de la lanzadora, quien ya suma ocho títulos nacionales, varias medallas en juegos centroamericanos, además de participaciones en juegos panamericanos y torneos clasificatorios de nuestra región.
Yilian llegó a la selección nacional en 2011, año en el que logró su primer juego perfecto en primera categoría, en un choque contra Guantánamo. Desde entonces ha lanzado varios partidos sin hit ni carreras, como solía hacer en los años escolares.
Ella es una eterna agradecida, que en cada salida al terreno recuerda los sacrificios de su progenitora, Enma Vargas. Admite que detrás de sus triunfos hay muchas otras personas, vinculadas con nuestro sistema deportivo.
«Gracias a Dios, mi familia, mis amigas Martha Torres, Yilian Rondón (selección nacional) y Marianela Rodríguez, también softbolista y apoyo de toda la vida, he alcanzado muchas de mis metas. No puedo dejar de mencionar a Luis Hung, entrenador de este deporte, ni a mi director del equipo de Granma, Rafael García. Todos ellos me han inspirado».
Por supuesto, todavía su trayectoria deportiva seguirá creciendo. Faltan otros éxitos desde Italia, nación a la que viajará esta semana para jugar con el mismo club de 2021. Y faltan otras victorias en Cuba, donde sigue provocando nuevos asombros.