Como parte de su recuperación, ha visitado colegios para compartir con niños. Autor: Twitter Publicado: 26/10/2021 | 11:26 pm
La historia del cubano Javier Justiz en el baloncesto élite español pudiera dividirse en dos partes. La primera comenzaría con su llegada en 2018 al Tecnyconta Zaragoza, de la ACB, para cumplir su temporada inicial, en la que consiguió sus mejores topes en todos los departamentos, si analizamos las tres contiendas disputadas con el conjunto aragonés, que hoy responde a Casademont Zaragoza por cuestiones de patrocinio.
La segunda parte, con pocas cosas buenas que contar, empezaría a partir del 30 de enero de 2020, cuando el santiaguero se sometió a una artroscopia para solucionar la rotura de menisco en su rodilla izquierda. La intervención quirúrgica se llevó a cabo en Barcelona y dudo que Justiz previera el giro drástico que tomaría su carrera.
De antemano se sabía su ausencia en el resto de la campaña liguera de 2019-2020, la Copa del Rey y los playoff de la Liga de Campeones europea, mientras sus servicios no estarían con la selección nacional antillana en la primera ventana clasificatoria para la FIBA AmeriCup 2021. Entre una cosa y otra, el retorno del pívot cada vez se dilataba más.
No fue hasta el 16 de diciembre del pasado año, 336 días después de su último partido, que el jugador de 29 almanaques reapareció en un juego oficial, en el segundo cuarto de un enfrentamiento ante el húngaro Falco Szombathely. En poco más de 16 minutos dejó buena imagen: 12 puntos, un rebote y un robo.
La reaparición del cubano provocó una luz esperanzadora en las proyecciones de la entidad zaragozana, consciente de lo que representaba tener de vuelta a un hombre tan valioso bajo las tablas, aunque su recuperación no fuera total. Sin embargo, por desgracia dicha luz, más que iluminar establemente, generó una intermitencia que se mantiene hoy día.
En la Liga de Campeones pasada intervino en tres choques, con promedios de seis unidades, 2.3 rebotes y 13.2 minutos, en tanto en la ACB participó en 14, con medias de 1.8 puntos, 1.4 rebotes y siete minutos. Además de esos números desfavorables, solo inició en tres partidos.
Al término de la temporada, su continuidad con la formación del técnico catalán Jaume Ponsarnau tenía más de una incógnita. No obstante, en agosto se conoció que el interior de 2,10 metros extendió su contrato por una contienda más, aunque varios medios locales pronosticaban que podía terminar cedido a otro club, específicamente al Levitec Huesca, de la LEB Oro —segundo nivel del básquet español—, para seguir sumando minutos y poder recuperarse con éxito de la lesión que arrastra en la rodilla.
Incluso Sergio Lamúa, entrenador del elenco oscense, llegó a decir a finales de agosto que «vamos a ver si se materializa la cesión de Javier a lo largo de la semana. De momento, es una posibilidad muy real que venga a jugar con nosotros».
Pocos días después de que Lamúa expresara esas palabras, las grandes expectativas del Levitec Huesca se desplomaron. El 10 de septiembre el Casademont Zaragoza publicó una escueta nota en su página web aclarando que el santiaguero seguiría el proceso de recuperación en la disciplina del equipo. «A tenor de las circunstancias, queda descartada la cesión del jugador a otro club», sentenció.