Las chicas de la preselección antillana de judo trabajan sin descanso para asegurarse un puesto en el equipo. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/AIN Publicado: 11/10/2021 | 09:40 am
Desde el pasado mes de septiembre, en la Escuela de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (Esfaar) Cerro Pelado de La Habana, un reducido grupo de cinco chicas entrena con el afán de convertirse en medallistas en el judo de los Juegos Panamericanos Junior, en su primera edición.
Hasta el momento, según Andrés Franco Ramos, entrenador principal del equipo, en declaraciones ofrecidas a Juventud Rebelde en visita al centro de entrenamiento, solo tres de las muchachas tienen asegurada su presencia en Cali.
«La preselección es de cinco, al igual que la de los muchachos, porque con ambos conjuntos aspiramos a incrementar el actual número de clasificados, que en este minuto es de tres hembras y tres varones. Queremos llevar la mayor cantidad posible de atletas, porque entre más asistan, las posibilidades de preseas son mayores», aseguró el preparador cubano.
Aunque no hay nombres definidos, hoy los colchones de la instalación capitalina sirven de base de adiestramiento para la habanera Thailien Castillo, la holguinera Yudelsis James, la guantanamera Idelannis Gómez, además de Maideline Gorgüet y Thalía Nariño, ambas de la provincia de Santiago de Cuba.
Las jóvenes judocas, cuyo promedio de edad es de apenas 19 años, representan a las divisiones de 57 kilogramos, 63, 70, 78 y más de 78, por ese orden.
Ninguna de ellas ha competido antes internacionalmente, solo acumulan experiencia en certámenes domésticos.
«La preparación está encaminada sobre lo que nos vamos a encontrar en la competencia. Sabemos que tenemos rivales como Brasil y Estados Unidos que pueden ser un difícil obstáculo en el camino, sobre todo porque son selecciones que no han parado de participar en eventos de la categoría, algo que nosotros no hemos podido hacer. Sin embargo, aspiración siempre tenemos, de ahí que el objetivo nuestro es ir a buscar la medalla», afirmó Franco Ramos.
El grupo, de acuerdo con lo expresado por su técnico, se concentra fundamentalmente en el trabajo físico, para evitar que el cansancio se convierta en un segundo adversario sobre el tatami a la hora de enfrentar la regla de oro, un aspecto que los ha afectado en los últimos tiempos.
Sin duda, la fiesta continental juvenil de la urbe caleña, a celebrarse entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre venidero, y que reunirá a 41 naciones, será una prueba de fuego para los judocas de la Mayor de las Antillas, llamados expresamente, junto al resto de los atletas de las distintas disciplinas, a convertirse en el relevo de la élite del deporte cubano actual.