Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El despertar, ni con café

El equipo cubano discutirá la medalla de bronce de la Copa con el vencedor del enfrentamiento entre Taipéi de China y Panamá

Autor:

Luis Autié Cantón

La ofensiva cubana volvió a quedarse sin carburar, dormida, y de esta manera el equipo que nos representa en la 3ra. Copa Mundial de Béisbol sub-23 años con sede en el estadio Sonora, en México, vio diluirse sus aspiraciones de luchar por el título del torneo tras caer seis anotaciones por una frente a la novena de Colombia.

Los dirigidos por el mentor espirituano Eriel Sánchez vieron desfilar por la lomita contraria a tres serpentineros, cuyos envíos dejaron en seis los imparables conectados por los bates cubanos.

El abridor «cafetero» Luis Gabriel Moreno, con lanzamientos superiores a las 90 millas,  permitió solo tres indiscutibles en las cinco entradas completas que lanzó. Con 64 envíos al plato, no dio bases por bolas y propinó un par de ponches.

La selección cubana tuvo q esperar a las postrimerías del partido—y a la actuación del primer relevista colombiano— para poder marcar la primera carrera en casi dos partidos consecutivos. En el sexto inning, luego de un boleto gratis al camagüeyano Loidel Chapellí —autor de un sencillo durante el encuentro—, Yuddiel González le «descubrió» la fórmula al acomodador Carlos Ignacio de Ávila y se anotó una muesca en la casilla de las carreras impulsadas.

Si hay un nombre a destacar dentro del equipo cubano, es el de Miguel Antonio González. El camarero fue el único que no se sintió la «rebaja de pólvora» impuesta por los colombianos. El granmense conectó tres imparables en igual cantidad de visitas al plato, y de esta manera elevó su promedio de bateo hasta .500, cifra que le permite ubicarse entre los líderes de este departamento en el torneo.

Por los nuestros, en el box, Jonathan Carbó no tuvo en lo absoluto una tarde tranquila, toda vez que permitió seis carreras limpias en cuatro innings y un tercio. Al derecho pinero le ligaron nueve imparables—dos «tablazos» de vuelta
completa incluidos—, que sumados a las tres bases por bolas que regaló dieron al traste con la necesidad de victoria del equipo. Tras Carbó, Marlon Vega trabajó de manera ordenada durante dos innings y dos tercios con par de ponches, un boleto y un sencillo permitido.

Pues eso, queridos lectores y lectoras. La curva de posibilidades, para Cuba, ha ido en picada de manera dramática. Ni bateo, ni pitcheo. Una carrera fabricada en 14 episodios, 17 permitidas. Ahora, en esta especie de sudoku en que se ha convertido este torneo para los nuestros, la única posibilidad de optar por la medalla de bronce yace en la conjugación de una victoria de Taipéi de China frente a Panamá (al momento de escribir estas líneas, los asiáticos mandaban por la mínima en el tercer episodio) y una victoria cubana frente a los canaleros hoy.

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