Yarisleidis y Katherin dejaron una brillante imagen en la urbe nipona. Foto: Tomada del sitio web oficial de Tokio 2020 Autor: Tomada del sitio web Publicado: 07/08/2021 | 10:54 pm
TOKIO.― En la mañana más empapada durante los Juegos, en la sala de prensa del Sea Forest Waterway no cabía un periodista más, tanto que los organizadores se vieron en una inédita situación de sacar voluntarios para que sus espacios fueran ocupados por los reporteros.
Sin embargo, con el primer recalmón una avalancha humana con cámaras y otros aditamentos para hacer entrevistas y filmaciones salió directa a las tribunas para presenciar las últimas finales de este deporte.
Entre el grupo, varios colegas cubanos que habíamos ido a reportar las últimas actuaciones del canotaje, con una nota medio escrita en la mente por si Fernando Dayán se encaramaba en el podio, pues desde Alberto Juantorena en 1976 ningún otro atleta representando a nuestro país ha sido plurimedallista en una misma cita.
El muchacho de Cienfuegos, que unos días antes se había proclamado campeón en el C-2 a mil metros, avanzó a la final A, pero quedó rezagado, mientras José Ramón Pelier, su presunta pareja en el bote biplaza cuando Serguey Torres se retire, no llegó a la mejor instancia, y en la B lideró con un tiempo mejor que el del brasileño Isaquías Queiroz, campeón de esa especialidad.
«Me sentí mucho mejor en la última regata que durante la semifinal, creo que, de haber clasificado a la final, hubiera ganado una medalla», dijo en la zona mixta.
Sin embargo, la mejor noticia la aportaron dos jovencitas que tienen un futuro promisorio, Katherin Nuevo, la más joven de la delegación cubana en Tokio con apenas 18 años, y Yarisleidis Cirilo, con un año más de vida. Se colaron en la final élite del C-2 a 500 metros, donde ocuparon el sexto lugar.
«Nosotras soñamos con el podio, pero este sexto puesto es como una medalla para nosotras, quienes debutamos en competencias olímpicas y vimos que sí es posible, solo que hay que trabajar y entrenar con rigor», dijo Cirilo.
Su compañera subrayó que estos Juegos les sirvieron para ganar en confianza y poner su mente en París 2024, «ahí sí vamos a ir por una medalla», aseguró la muchacha nacida en el lomerío del Escambray.
El canotaje es un deporte que dejó un sabor agradable, no solo por el título del C-2 a mil metros, sino porque hay más jóvenes talentosos que hicieron muy buenas competencias.
Aún no había escampado por segunda vez y varios reporteros seguían estoicos, disfrutando de las regatas y los buenos momentos que estaban ofreciendo los protagonistas de estos Juegos.