La pivote Yunis Camejo, insertada en el balonmano profesional español, es uno de los referentes del plantel cubano para los venideros compromisos internacionales. Autor: Cortesía de la jugadora Publicado: 25/06/2019 | 10:18 pm
En Tokio, considerada como una de las mejores y más modernas ciudades del mundo, el pasado viernes se divulgaron los cuatro grupos del Campeonato Mundial de balonmano femenino, fijado entre el 30 de noviembre y el 15 de diciembre de este año en la prefectura de Kumamoto, situada en la isla de Kyushu, Japón. Francia, la vigente as del orbe y europea, quedó ubicada en la llave B; Rusia, actual monarca olímpica, encabeza el grupo D, mientras que el combinado antillano descansa en un apartado A asaz engorroso para las intenciones de avanzar.
Después de ausentarse de la pasada justa universal de Alemania 2017, el conjunto antillano retorna al magno evento luego de titularse en el Torneo Norteamericano y del Caribe (Norca), finalizado a inicios de este mes en el Gimnasio Principal del Centro Deportivo Olímpico Mexicano. Allí las alumnas de Jorge Coll conquistaron cinco triunfos, y al vencer en la final a Puerto Rico por 27-24 se agenciaron la única plaza para la justa mundial de finales de año.
En Kumamoto las antillanas se medirán en la fase de grupos a Noruega (actual subcampeona mundial, tres veces dueña del cetro y diez ocasiones medallista), Holanda (vigente bronce universal y doble medallista), Serbia (plata en la edición de 2013 en su territorio), Eslovenia y Angola (máximas ganadoras del Campeonato africano, con 13 diademas).
La última vez que un plantel insular femenino participó en un evento de talla mundial ocurrió en 2015, en cuatro ciudades danesas. Allí coincidieron con holandesas, angolanas, suecas, chinas y polacas y el balance final quedó en cinco derrotas en igual cantidad de presentaciones. Antes de 2015, intervinieron en las versiones de Brasil 2011 y Noruega-Dinamarca 1999, y como dato curioso nunca han podido ganar, objetivo que bien pueden plantearse de cara al torneo nipón.
Desde el pasado 15 de junio un concentrado de 14 atletas se encuentra en una base de preparación en Brasil, donde permanecerán hasta el próximo 30 de junio. Bajo la égida del entrenador Coll están Yarumys Céspedes y Eyatne Rizo (centrales), Glennys Reyes y Rosa Leal (extremos derechos), Shakira Robert (extremo izquierdo), Lisandra Lussón, Jennifer Amanda Toledo y Nahomis Márquez (laterales izquierdos), Lorena Téllez y Liliamnis Rosabal (laterales derechos), Yunis Camejo y Arisleidis Márquez (pivotes) y Niurkis Mora e Indiana Cedeño (porteras).
«Esta base se hizo con el objetivo de traer a la plantilla que participará en Lima 2019 y crear estrategias para ese evento. También otro propósito fue concentrar a las atletas insertadas en ligas de Europa para que se relacionen más con el equipo. Estamos preparando las rotaciones de las jugadoras y elaborando jugadas ofensivas, así como fortaleciendo nuestra defensa 5:1, ya que la 6:0 es la que más dominamos. También trabajamos en la defensa contra el sistema nuevo de siete jugadoras a la ofensiva con portería contraria vacía», explicó la pinareña Camejo a JR.
Respecto al certamen mundial dijo que será una excelente oportunidad para poder jugar como equipo al más alto nivel y seguir desarrollando habilidades, pues se trata, básicamente, de un grupo joven acompañado de algunas atletas con experiencia en este tipo de campeonatos. «Nuestro grupo es muy fuerte y queremos hacer un buen partido contra Angola. Más bien deseamos divertirnos, competir y comprobar a qué altura está el balonmano femenino cubano en relación con la calidad internacional», declaró.
«Será gratificante jugar en la élite mundial nuevamente. En mi caso veré cómo, después de tanto tiempo, ha sido mi desarrollo. Por supuesto, no deja de ser algo menos importante el hecho de compartir con grandes figuras del balonmano femenino como la noruega Nora Mork», concluyó la pivote con experiencia en Dinamarca 2015 y actual integrante del club español Aula Alimentos de Valladolid.