Magnus Carlsen derrotó a Fabiano Caruana por el título mundial. Autor: Xulio Formoso Publicado: 28/11/2018 | 09:06 pm
Los genios también se equivocan y Garry Kasparov lo ha hecho. «Después de este empate sorprendente de Carlsen en una posición de superioridad y con tiempo a su favor, reconsidero mi criterio de que él es el favorito en las rápidas. Los desempates requieren nervios de acero y él parece estar perdiendo los suyos», publicó el Ogro de Bakú el pasado lunes en su cuenta de Twitter, tras la igualada número 12 entre el noruego Magnus Carlsen (2835) y el estadounidense Fabiano Caruana (2832) por el título mundial de ajedrez.
Ayer, la opinión del titular universal entre 1985 y 2000 quedó desacreditada de una forma solemne. Carlsen, digamos, tuvo los mejores nervios de acero del mundo precisamente en el día que más los requería, y barrió de un plumazo en Londres al retador Caruana mediante una de las especialidades de la casa: el juego rápido. La primera partida la ganó, hizo lo mismo en la segunda, y con el trono prácticamente tallado con su nombre, fulminó sin escrúpulos al oponente.
Se enfrentaron los dos primeros del ranking mundial y fue el número uno el ganador. Pocos minutos después del resonante triunfo, Kasparov publicó en Twitter: «el nivel constante de juego de Carlsen en el ajedrez rápido es fenomenal. Todos jugamos peor a medida que jugamos cada vez más rápido, pero su proporción puede ser la más pequeña de todas, tal vez solo una caída del 15 por ciento. Gran ventaja para él en este formato». ¿Qué les parece? Yo lo veo como una auténtica corrección, a su manera, claro.
El triunfo de Magnus estuvo marcado por ser el primer duelo en la historia por la corona mundial en que todas las partidas clásicas, las 12, terminaron por el sendero de la igualada. Visto así, fue una saga de conservadurismo, que llevó a un excesivo suspenso y a una frustración grande, por qué no, para los miles y miles de seguidores de cada encuentro, ávidos de sangre sobre el tablero. ¿Y la sangre? Ni tímidamente se asomó a la orilla del río.
Con seis puntos por bando, Carlsen no dudó en considerarse favorito en el desempate rápido. Así lo dijo en una conferencia de prensa. Sabía que entraría a su zona de confort. Es el puntero en el escalafón mundial de partidas rápidas y blitz, así que era mejor no andar con falsa modestia ante tanta gente. Lo demás ya ustedes lo conocen, el triunfo categórico de marras que le permitió mantener en casa el cetro, pues en 2016, igual por estas fechas, doblegó en las partidas rápidas en Nueva York al ruso Sergey Karjakin (2753).
En el The College, parte de una universidad de arte y diseño, en Southampton Row, cerca de la estación de metro de Holborn, ha ocurrido el último zarpazo del genio y leyenda Magnus Carlsen, quien luce la diadema universal desde hace cinco años, cuando derrotó en el Hotel Hyatt Regency Chennai, en la India, al local Viswanathan Anand (2773).