Umara (izquierda) fue muy efectivo con sus golpes largos arriba. Autor: AIBA Publicado: 30/08/2018 | 08:57 pm
Todos los golpes, todas las gotas de sudor, las heridas en el rostro y la piel hinchada por los impactos se olvidan tras el campanazo. Nada de eso importa cuando el referee levanta tu brazo, con el puño ya desnudo, y entonces no son ya los pómulos los que palpitan, sino el pecho. En la mañana de este jueves, el ligero welter cubano Idalberto Umara se convirtió en el único boxeador de Latinoamérica en abrocharse el cinturón de campeón en el Mundial de boxeo para juveniles de Budapest, Hungría.
El cubano afrontó la pelea con recelo pues su rival, el ruso Ilia Popov, le había derrotado este mismo año en un tope de preparación. «En aquella ocasión perdí porque estaba un poco cansado, pero aquí hice las cosas de manera distinta y no me agoté, por el contrario, me sentí bien y rápido», expresó Idalberto a JR, vía Facebook.
Aunque la decisión final de los árbitros fue dividida 3-2 (29:28, 28:29, 29:28, 28:29, 30:27), al espirituano se le vio confiado a la hora del veredicto. «Durante el combate hubo momentos de nerviosismo, pero al final estaba seguro de que había ganado. No me asusté, porque sabía ya que era el campeón del mundo», confesó.
Umara aprovechó el corto sparring digital con este reportero para agradecer el apoyo brindado por muchísimas personas que, desde Cuba, le hicieron llegar mensajes de felicitación. «Quiero decirles que esto no termina aquí, esto es solo el inicio».
La delegación cubana, integrada solamente por tres boxeadores, cerró su actuación mundialista con un título y una medalla de bronce, lograda por el semicompleto Christian Pinder.