Igual que en 1998, Croacia pudiera dar una sorpresa. Autor: FIFA Publicado: 29/06/2018 | 11:13 pm
Hechas las cuentas luego de una primera fase con más emociones y giros inesperados que cualquier temporada de Juego de Tronos, el Mundial toma la cuesta abajo. Dieciséis selecciones ya hicieron las maletas, mientras que igual cantidad de equipos mantienen intactas las esperanzas de acercarse al dorado trofeo, que por estos días se encuentra expuesto en Moscú a la espera de que el próximo 15 de julio un capitán lo eleve al cielo mientras celebra la victoria.
Este sábado comienzan los octavos de final, primera etapa de knock-out en la competencia. Con el organigrama dividido en dos rutas distintas, los pronósticos y quinielas son tendencia entre los aficionados de todo el planeta, quienes se valen de esta suerte de juego para sobrevivir a los nervios, y a la vez intentar anticiparse al inevitable destino.
Por arriba, el panorama de los cruces se anticipa como más complicado. Para empezar, hoy mismo chocan nada menos que Francia con Argentina y Uruguay ante Portugal.
En Kazán, albicelestes y azules protagonizarán una batalla que sin dudas resulta anticipada, pero en donde nadie se dejará nada dentro con tal de escalar hasta el siguiente nivel. Debe ser un partido en donde los europeos propongan y marquen los ritmos, a la vez que los sudamericanos buscarán algún chispazo de calidad en sus hombres de arriba.
Por otro lado, en el Fisht de Sochi, los uruguayos —único de los clasificados que no ha recibido goles— tendrán en frente a un combinado luso bipolar, que en algunos tramos ha parecido capaz de arrollar a cualquiera, y en otros momentos se ha visto tan vulnerable como una flor en medio del temporal. Pudiera ser un partido sin exceso de «mediocampismo», con transiciones rápidas y espectáculo de sobra en las áreas.
Los restantes topes de esta rama tendrán como favoritos a Brasil y a Bélgica, que tendrán como rivales a México y Japón, respectivamente.
Sin demeritar el trabajo de los Samuráis Azules, no se presentan como rival para unos Diablos Rojos que incluso con su banca lograron mostrarse como candidatos más que serios a dar un golpe sobre la mesa.
Dicho esto, está claro que —suposiciones aparte— el match entre la canarinha y los aztecas se presenta como uno de los mejores «platos» de la Copa. Dos onces con calidad en todas la líneas y capacidad de gustar, pudieran enzarzarse en una disputa que nos mantenga de pie todo el tiempo. La clave del partido estará en quién anote primero: si lo hacen los pentacampeones habría menos que decir, pero si se adelantan los de Osorio, habría de todo para el final.
Pasando a la parte inferior, que muchos pudieran subestimar porque cuenta con demasiados conjuntos históricos, también habrá mucha «salsa» para los apasionados.
A pesar de las dudas mostradas frente a los magrebíes en su último juego, España parte como gigante contra los locales, en el único partido en que me atrevo a dar un ganador con anticipación.
Y es que por este camino hay varios de los llamados «tapados», nombre con el que conoce a aquellos que esconden su magia a la espera de un momento preciso para «dar el susto». Tal es el caso de Inglaterra, Croacia, Suiza o Colombia, grupos con talento de sobra para anular las predicciones del más sabio.
Visto lo visto hasta ahora en Rusia 2018, pudiera darse el caso de que de aquí a dos semanas estemos hablando de otro campeón múltiple. Pero cuidado, porque no me extrañaría para nada que para esas fechas algún visitante insospechado se cuelgue su primera estrella.