La balista Yumileidi Cumbá fue una de las cubanas que se benefició con la justicia deportiva. Autor: IFPS Publicado: 03/05/2018 | 06:39 pm
Esta semana se conoció que el Comité Olímpico Internacional (COI) se encuentra a punto de poner en marcha un protocolo mediante el cual les serán entregadas sus medallas a aquellos deportistas que en su momento se hayan visto privados de ese honor por culpa del dopaje de otro competidor.
La información fue revelada luego de la reunión efectuada en la ciudad suiza de Lausana, donde el ejecutivo de ese organismo aprobó la medida, entre cuyos objetivos se encuentra lograr que los atletas favorecidos reciban sus medallas en los 12 meses siguientes a la publicación del nuevo resultado, y que se haga en un acto público cuya sede será elegida por los propios deportistas.
Según refirió el COI, entre los espacios que se barajan para efectuar la ceremonia de reasignación, se hallan, además del Museo Olímpico de Lausana, los próximos Juegos Olímpicos, campeonatos mundiales, así como cualquier otra competencia importante de la misma disciplina.
Este tipo de actos vindicativos obedece al interés manifiesto del máximo organismo del deporte mundial de crear un ambiente ideal en el cual se congratule, de manera pública y abierta, a los atletas que injustamente se vieron despojados de la gloria.
Durante las recientemente concluidas Olimpiadas de Invierno, celebradas en la urbe coreana de Pyeongchang, los noruegos Kristin Skaslien y Magnus Nedregotten vivieron tal vez la primera de estas experiencias. Los integrantes de este dueto nórdico, quienes se encontraban de vuelta en su país luego de competir en el curling mixto, fueron llamados para recibir sus medallas de bronce en el mismo escenario competitivo. Estas preseas, que originalmente habían sido para la pareja rusa integrada por Alexandr Krushelnitckii y Natalia Bryzgalova, les fueron entregadas en una ceremonia que tuvo como sede la Plaza de las Medallas, y que contó con la presencia del alemán Thomas Bach, presidente del COI.
Alegrías cubanas
Varios son los atletas cubanos que durante los últimos años se han visto beneficiados por la tecnología encargada de traer justicia al mundo deportivo.
Cómo no recordar aquel momento en que la balista Yumileidi Cumbá recibió su medalla de oro de Atenas 2004 en el estadio Latinoamericano, durante el inicio de la Serie Nacional de Béisbol.
También llegó la felicidad de la gloria olímpica a Yipsi Moreno, quien fue privada en la cita de Beijing 2008 de coronar su enorme carrera, aun cuando aquella vez lanzó su martillo con toda la fuerza de sus brazos y su corazón, y no con el impulso de las sustancias prohibidas.
Otra compañera suya, la también balista Misleydis González, saltó del cuarto al segundo puesto que en su momento había alcanzado en territorio griego.
Hace poco, dos pesistas, Jadier Valladares y Yordanis Borrero, fueron condecorados en la Ciudad Deportiva con sendos bronces obtenidos en la capital china. En esa misma jornada, el luchador Roberto Monzón recibió el diploma olímpico que acreditaba su ascenso del séptimo al quinto puesto.
Quién sabe, a lo mejor dentro de algunos años, cuando salgan a la luz nuevas verdades, tal vez podremos ver cómo otro cubano feliz alza sus manos para recibir el premio por su esfuerzo limpio.