El Krestovski de San Petersburgo, una de las joyas de esa ciudad. Autor: FIFA Publicado: 30/04/2018 | 08:06 pm
Luego del intenso viaje de la semana anterior, durante el cual conocimos una pequeña porción de todo lo que tiene por ofrecer la imponente ciudad de Moscú, capital de Rusia, ahora toca seguir el recorrido para visitar otras de las urbes que compartirán el honor de ser anfitrionas de la cercana Copa Mundial de Fútbol.
Para empezar, nos dirigiremos a Kaliningrado, también conocida como la Ciudad del Ámbar. Esta villa se ubica al oeste, un poco separada de la gran masa territorial que compone al gigante euroasiático, y es la capital del óblast (región o provincia) homónimo.
Originalmente nombrada como Königsberg por los prusianos y hoy rebautizada como la Hong Kong de Rusia, limita al norte con Lituania y al sur con Polonia, situación que le da una gran importancia para el país, que en ella tiene el único puerto del mar Báltico que no se congela en invierno.
A modo de curiosidad, Kaliningrado es la ciudad natal del célebre filósofo alemán Immanuel Kant, y además, al estar atravesada por un río, el Pregolya, en ella se basaron para crear el «problema de los puentes», cuya resolución por parte del matemático Leonhard Euler dio origen al teorema de grafos.
La cancha que recibirá los partidos que allí se celebren será el Estadio de Kaliningrado, que acaba de terminar su construcción en el mes de abril de 2018. Este coloso, en donde se celebrarán cuatro partidos —todos de fase de grupos— tiene capacidad para albergar hasta 35 000 personas.
Para regresar «a Rusia», iremos por el canal Volga-Báltico hasta una de las ciudades más importantes de la nación: San Petersburgo, a la cual en Cuba muchos conocen por su antiguo nombre soviético: Leningrado.
Fundada en 1703 por el zar Pedro el Grande con la finalidad de convertirla en la ventana del país a Occidente, fue la capital del imperio hasta la Revolución de Octubre.
Entre las vistas más impresionantes que pueden tenerse de ella, se encuentra la del río Nevá, desde donde pueden verse además la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, el Puente de la Trinidad y el embarcadero del Palacio de Invierno.
Además de tener un centro histórico que es Patrimonio de la Humanidad, en San Petersburgo pueden hallarse, entre otros, los hogares de los célebres escritores Alexander Pushkin y Fiódor Dostoievski.
Asimismo, varios de sus principales monumentos se han convertido en museos, entre los que destaca el Kunstkamera, primero de su tipo en Rusia, y actual Museo de Antropología y Etnografía Pedro el Grande.
El estadio Krestovski es otro de sus atractivos fundamentales. La nueva casa del exitoso club de fútbol Zenit fue construida en medio de la isla del mismo nombre, rodeada por los ríos Srédnyaya Nevka, Málaya Nevka y Krestovka. Luego de finalizar las obras de remodelación, esta «catedral» cuenta con una cifra de 69 500 asientos.
Tras una larga jornada en la Venecia del Norte, seguiremos rumbo al sudeste, para hacer la tercera y última parada de este episodio. El objetivo será llegar a Nizhni Nóvgorod, ciudad en donde se detuviera en sus viajes Miguel Strogoff, personaje protagónico de una de las novelas del francés Julio Verne.
Una frase popular reza que si San Petersburgo es la cabeza de la nación, y Moscú el corazón, Niznhi es el bolsillo, pues en su interior se hallan importantes industrias que realizan un aporte vital para el grueso de la economía rusa.
Si deseamos conocer algunos de sus puntos más relevantes, sería inevitable pasar por su Kremlin, la calle Pokrovka, el museo de arte de la ciudad y la iglesia de los Stróganov.
Su «joya» mundialista será un estadio construido especialmente para esta cita, y que luego servirá como casa del FC Volga Nizhni Novgorod. Aunque originalmente contará con alrededor de 44 800 capacidades, para la Copa se ampliará y llegará a 55 300.
Con el cuentamillas lleno de momento, y con suficiente territorio aún por desandar, tomaremos un descanso de siete días, para luego seguir conociendo un poco más del país del Mundial.