El entrenador venezolano Néstor Salazar . Autor: Reinier Fonteriz Publicado: 23/02/2018 | 07:30 pm
Después de conocer que Venezuela, como local en Barquisimeto, superó este jueves a Chile por 77-56 durante el inicio de la segunda ventana clasificatoria rumbo a la Copa Mundial masculina de baloncesto, el año próximo en China, la alegría asaltó el rostro del entrenador morocho Néstor Salazar, conocido como Mamá Osa en el básquet de su país. Al instante se atrevió a revelar las principales fortalezas del conjunto triunfador, en el que conoce a cada uno de sus integrantes.
El avezado preparador de 61 años llegó a Cuba en la madrugada de ayer, para celebrar un programa de actividades hasta el venidero martes, que incluye clínicas con entrenadores y atletas del conjunto Capitalinos, que se prepara para la inminente edición de la Liga Superior, un recorrido por varios encuentros del torneo para damas que se realiza en la Sala Polivalente Ramón Fonst y conversatorios con directivos de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) Manuel Fajardo.
Precisamente en esa institución docente estuvo ayer Néstor, quien acumula un récord de más de 700 partidos ganados en la Liga Profesional de Venezuela, la mayoría con el elenco que dirige desde hace 13 temporadas, los Cocodrilos de Caracas, al que ha conducido hacia cuatro de los seis títulos que tiene la organización.
Salazar declaró sentirse como en casa, pues es la tercera ocasión que visita la Isla, y puntualizó que llegó con la intención de continuar fortaleciendo los vínculos entre las federaciones cubanas y de su nación, además de promover intercambios con equipos venezolanos, traer atletas y entrenadores que impartan clínicas o deseen seguir superándose académicamente en un centro tan prestigioso como la UCCFD.
Con cerca de 70 torneos internacionales al frente de la selección nacional masculina venezolana, Néstor comentó que en un futuro cercano tiene previsto extender los intercambios a otras provincias cubanas con potencial en la práctica de este deporte y no solamente con atletas de la primera categoría, sino también «con los menores, pues la clave para el desarrollo del talento es trabajar en las categorías formativas», declaró Salazar, un admirador de exjugadores cubanos como Tomás Herrera, Pedro Chappé y Ruperto Herrera.
«Una de las misiones que tengo aquí es observar a basquetbolistas que puedan participar algún día en nuestra liga, porque me he percatado de que existen atletas cubanos desempeñándose en circuitos de Argentina y El Salvador y les ha ido bien. Es importante para Cuba llevar figuras a nuestra liga profesional y creo que se podrá cumplir», declaró en exclusiva a JR.