Leandro Martínez realizó un relevo de lujo y se llevó la victoria Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 06/02/2018 | 10:42 pm
GUADALAJARA.— El guion va siendo una copia del año pasado. Dos victorias seguidas, luego un revés y el cierre de la ronda preliminar con otro éxito. Hoy es cuando los Alazanes de Granma —o de Cuba— tienen que torcer el rumbo para asaltar en Jalisco su primera Serie del Caribe.
Como en Culiacán, Lázaro Blanco se subirá a la lomita. Solo que al redactar estas líneas aún no tenía rival, pues el resultado nocturno definía los cruces. Cuba lo único que había asegurado era el puesto como home club para la semifinal.
Ayer, no se notó la ausencia de Alfredo Despaigne en el line up; un Frank Camilo Morejón habituado a descollar por sus prestaciones con los arreos calzados, tomó el bate de slugger y sonó un bambinazo larguísimo por el jardín izquierdo y luego pegó un doblete que también brincó la barda por el mismo bosque. En total remolcó dos y anotó tres carreras. «Salí siempre a hacer un buen contacto, en el béisbol, uno tiene días buenos y otros no, hoy (ayer) me tocó el bueno a mí».
Con ese desborde ofensivo, Frank Camilo «obligó» a Carlos Martí a variar la alternancia que había mantenido detrás del home. Le tocaba a Yulexis La Rosa, pero volverá a salir el habanero como titular. «Es un compromiso grande que asumo con Carlos y con el equipo», comentó el enmascarado.
Pese a que ambos conjuntos estaban clasificados, ofrecieron un buen espectáculo. Jugaron un partido con rivalidad y aplicando los fundamentos de este deporte, lo que fue reconocido por los dos directores. En el caso del mentor de los Criollos de Caguas, Luis Matos, admitió que en su liga no enfrentan con frecuencia a lanzadores como Leandro Martínez, cuya recta nunca llegó a 88 millas por hora durante cuatro episodios.
Mientras, Carlos destacó que la ofensiva había funcionado bien, a diferencia de la noche antes, cuando fueron maniatados por el estadounidense Bryan Evans, de las Águilas Cibaeñas, brutal con la mezcla de su bola rápida, la curva y el cambio de velocidad, colocados en la zona baja. Trece outs en rodados por el cuadro y 11 ponches lo dicen todo.
Tres boricuas le despacharon bambinazos a Ulfrido García, el abridor de los Alazanes, quien dejó enredado el sexto acto, con hombres en tercera y primera sin out, trance del que salió magistralmente Leandro con un ponche y roletazo por el paracortos que sirvió para doble matanza. Al granmense no le conectaron indiscutibles.
El juego se decidió en el último tercio cuando Raúl González disparó tubey por el ala izquierda en el séptimo capítulo, que fletó a Frank Camilo, y en el siguiente episodio Guillermo Avilés coló un batazo entre la almohadilla de tercera y el antesalista para empujar par de anotaciones más.
Si la tanda central de los cubanos no ha logrado un jonrón, entre octavo (Frank Camilo), noveno (Raúl González) y primero (Roel Santos) han sacado la cara por ellos en un estadio donde a la bola «le encanta» volarse las cercas. Por coincidencia, aquí el dominicano Junior Lake conectó el bambinazo mil en Series del Caribe.
Concluida la ronda regular para los cubanos, Raúl González sigue dándole la razón a Carlos cuando lo solicitó para la postemporada nacional y después siguió con él para acá. Tiene la mejor línea ofensiva (AVE/OBP/SLU) de los Alazanes: .500/.462/.917, y es el que más hits ha bateado (seis).
«Vine a jugar, tratando siempre de hacerlo lo mejor posible, y estoy muy concentrado en cada turno al bate y en la defensa de la tercera», comentó el avileño, que en la pasada Serie Nacional también vistió la franela de los Vegueros de Pinar del Río y terminó con Granma.
Para el crucial duelo de muerte súbita, Carlos Martí confía en que Blanco camine cuando menos cinco innings; si tuviera que salir antes, el primer relevo sería Alaín Sánchez; si no, Miguel Lahera y Raidel Martínez se encargarían del cierre. De ganar el partido, Vladimir Baños debe ser el abridor de la final, según el propio mentor.
Sobre Alfredo Despaigne, el director aseguró que va a jugar como designado, y ante una pregunta de JR respecto a los pocos pitcheos que ven sus muchachos en cada turno al bate, descartó que fuera una estrategia tirarle a los primeros envíos.
Al cierre jugaban las Águilas Cibaeñas contra los ya eliminados Tomateros de Culiacán. Si ganaban los dominicanos, el cruce semifinal sería DOM-VEN (por la noche) y CUB-PUR (tarde), pero si el triunfo fuera a la cuenta de los anfitriones, los Alazanes terminarían primeros y se produciría un triple empate del segundo al cuarto; por el sistema de desempate TQB, los pareos quedarían así: CUB-DOM (noche) y VEN-PUR (tarde).