Alex García terminó entre los 16 mejores del mundial, al igual que en el 2015. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/JIT Publicado: 21/09/2017 | 06:28 pm
Aunque el panorama competitivo se había presentado agreste en los últimos días, el cierre presagiaba ciertas posibilidades para los judocas cubanos, quienes buscarían algún resultado que mejorara la endeble actuación realizada hasta el momento en la cita del orbe que acogía Budapest, capital de Hungría.
Las mayores esperanzas estaban depositadas en Alex García (+ 100 kg), quinto hace un año en Río de Janeiro, y en franca progresión deportiva en los últimos tiempos.
El recorrido del superpesado inició con victorias por wazari en sus dos primeras disputas sobre el tatami: primero ante el polaco Maciej Sarnacki y luego ante el holandés Roy Meyer. A continuación, en el duelo previo al que definía el ganador del grupo C, otro wazari, esta vez de Guram Tushishvili, de Georgia, lo sacó de la competencia.
Otro de los representantes masculinos, el debutante Andy Granda, tuvo, a pesar de no alcanzar el podio, una actuación destacada, tras vencer por ese orden a Mikita Sviryd y Danilo Pantic, de Bielorrusia y Montenegro, respectivamente, justo antes de caer en su tercer combate contra el ruso Kazbek Zankishiev.
Mientras, la novel Elianis Aguilar, sustituta temporal en los más de 78 kilos de la estelar Idalys Ortiz, quedó temprano en el camino, a pesar de mostrar ímpetu —quizás demasiado— frente a la kazaja Gulzhan Issanova.