Sería indebido decir que el fusilero habanero Reinier Estopiñán tenía posibilidades reales de conseguir una medalla en el rifle de tres posiciones a 50 metros. Pero al ser este miércoles la despedida en Múnich de una Copa Mundial de fusil y pistola que para los cubanos no fue del todo dulce, en él estaba el último hálito de esperanza de alcanzar una presea, aunque suene un poco quimérico.
Su prueba se tornó muy exigente para los 70 atletas enrolados en la fase previa a la final, lo que provocó que Estopiñán se ubicara en un aceptable puesto 25, favorecido por un acumulado de 1174 puntos (distribuidos en 386 en posición de rodillas, 389 de pie y 399 en posición de tendido). En el corte anterior terminó en la decimoquinta posición (1165) de la segunda llave eliminatoria, en tanto, el villaclareño Alexander Molerio, con sus 1144 rayas, se conformaba con el sitio 42, insuficiente para mantenerse con vida en la competición.
Este evento tuvo en el estadounidense Matthew Emmons al más justo vencedor, pues el campeón olímpico de Atenas 2004 —puntero del ranking universal en esa modalidad— demostró una exquisita puntería en las distintas etapas. Ya en la final, el norteño sacó a relucir su casta deportiva para imponerse con récord mundial para esa instancia de 464,1 y desplazar la anterior marca de 463,7 del chino Hui Zicheng, alcanzada en la Copa del Mundo de Río de Janeiro el pasado abril.
La medalla de plata la recibió el serbio Milenko Sebic (460,1), un atleta que obtiene con este desempeño su mejor resultado de por vida a pesar de sus 32 años, y el bronce fue a las manos del austriaco Gernot Rumpler (448). China sigue extendiendo su poderío en el ámbito deportivo, al dominar esta justa con tres títulos, dos platas y dos bronces, escoltado por Serbia (2-1-0) y Ucrania (1-1-1).
Desde la sede, el villaclareño Molerio accedió a dialogar vía digital con JR sobre este evento. «Históricamente, las Copas del mundo reflejan los mejores resultados de los tiradores, seguramente porque hay cientos de competidores de altísima calidad. Ha sido una gran oportunidad para mejorar nuestra preparación, pues mientras más competencias tengamos a este nivel, es mejor. Está demostrado que todas las medallas olímpicas del tiro cubano han sido con buenas preparaciones de hasta siete Copas en el año. En esta temporada hemos ido a dos y aun así se perciben mejoras», expresó.
Interrogado sobre los eventos que les restan a los tiradores antes de la cita estival de Río de Janeiro en agosto, respondió que solo les va quedando una base de entrenamiento en El Salvador, donde también se hará una pequeña competencia del 3 al 15 de julio. «Tenemos previsto asisitir a esa gran competición con el objetivo de alcanzar marcas personales y si se obtienen medallas, mucho mejor. Leuris Pupo sí tiene grandes posibilidades», concluyó el fusilero, quien regresa hoy a Cuba junto a sus otros cinco compañeros, que también cuentan con cupos olímpicos.