Charlotte Ackerman. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
EL mismo día que llegó a Cuba el presidente estadounidense Barack Obama, lo hizo su coterránea Charlotte Ackerman. Además, ella coincidió en el aeropuerto capitalino José Martí con el elenco ligamayorista Rays de Tampa Bay. Charlotte es árbitro certificado de la Federación Mundial de Bádminton (BWF, según sus siglas en inglés), aunque desde hace un tiempo se retiró después de dedicarle más de cinco décadas a este deporte.
Esta sexagenaria mujer visitó Cuba por vez primera en 2001, cuando sirvió de referee de las copas Thomas y Uber realizadas en La Habana. Su segunda visita a la Isla la realiza con el propósito de constatar la organización y desarrollo de la 17ª edición del Torneo Internacional Giraldilla, de la disciplina, que acontece en la habanera Ciudad Deportiva.
—Dentro del circuito de torneos que contempla la BWF, ¿qué importancia le concede al Giraldilla de La Habana?
—Todos los torneos son importantes. Existen cuatro niveles de eventos en el mundo y este está en el cuarto. El hecho de encontrarse en el escalón más bajo no quiere decir que sea intranscendente, todo lo contrario. Es el espacio que les sirve a los jugadores para insertarse, adaptarse al medio de competencia, es una especie de pirámide que les permite a los atletas evaluarse y subir un peldaño más.
—¿Qué criterio formula acerca del potencial deportivo cubano en la práctica de su deporte?
—Cuba tiene buenos atletas, con entrenamientos bien desarrollados, pero conozco que poseen pocas oportunidades de competir en el extranjero. Esos badmintonistas con potencialidades necesitan foguearse con sus similares de calidad de otras partes del mundo para alcanzar el nivel deseado. Es muy parecido a los jugadores cubanos que llegan al béisbol de Grandes Ligas, los cuales son destacados, pero no están acostumbrados al pitcheo rápido y necesitan un proceso de adaptación. Con esto te digo que si aspiramos a que los muchachos tengan un escalón más de calidad, es necesario que compitan internacionalmente.
«Este torneo Giraldilla es una oportunidad perfecta para poner en práctica lo anterior. Aunque los atletas cubanos no viajen, sí tienen el privilegio de competir y estudiar a rivales de otras naciones, muchos de ellos con bastante experiencia y calidad».
—¿Existe la posibilidad de que la BWF pueda cooperar con Cuba mediante la invitación a certámenes foráneos de jugadores talentosos?
—Realmente no tengo la respuesta exacta, porque aunque yo estoy involucrada con la BWF, no exactamente con el área de desarrollo de atletas. Sé que hay determinados apoyos que brinda la Confederación Panamericana a los países miembros, los cuales vienen directamente de la BWF.
—¿Qué le parece este proceso de normalización de las relaciones entre los Gobiernos de Estados Unidos y Cuba?
—Es maravilloso. Me hubiese gustado que ocurriera antes. Estamos muy cerca físicamente, por lo que debería de facilitarse el intercambio y los viajes. Es un buen comienzo, el reto es mantenerse avanzando y que en el futuro sea mejor. Sería genial que pudiéramos hacer clínicas de jugadores, de árbitros y entrenadores de manera conjunta.
Algunos resultados del viernes: (M): Osleni Guerrero (CUB) venció a Bjorn Seguin (EE. UU.) por 21-17,21-17; Howard Shu (EE. UU.) a Ernesto Reyes (CUB) por 21-12,21-18; Luka Wraber (AUT) a Job Castillo (MEX) por 21-15,11-21,21-12; Hsu Jui Ting (TPE) a Martin Giuffre (CAN) por 8-21,22-20,21-14; (F): Elisabeth Baldauf (AUT) a Melissa Azcuy (CUB) por 21-9,21-13; Akvile Stapusaityte (LTU) a Mariana Ugalde (MEX) por 21-16,21-18; Daniela Macías (PER) a Yeily Ortiz (CUB) por 21-8,21-7; Haramara Gaitán (MEX) a Zuzana Pavelkova (CZE) por abandono.