Rudy Reyes. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:28 pm
Este lunes, solo el ordenamiento final de los cuatro candidatos al trono cubano competía en términos de expectativas con la designación del mánager y los posibles miembros del equipo cubano que enfrentará al Tampa Bay Rays de las Grandes Ligas estadounidenses el próximo día 22 en el estadio Latinoamericano.
Pero mientras la elección del timonel y los hombres a su mando continúa en suspense, todo quedó dicho después del duelo que en el Capitán San Luis, de Vueltabajo, sostuvieron las novenas de Pinar del Río e Industriales.
El estrecho triunfo de la nave capitalina le aseguró el tercer escaño en la etapa regular, y de paso el enfrentamiento con los vigentes monarcas de Ciego de Ávila en el cruce semifinal. Asimismo, a los pativerdes les tocará cruzar armas en esa instancia con los Cocodrilos yumurinos, quienes después de una impresionante segunda mitad de campeonato terminaron como líderes indiscutibles del segmento.
Para evitar al elenco matancero, los discípulos de Jorge Gallardo debían someter a los Azules, y por eso se encomendaron al talento de Yosvani Torres, quien recibió mínima, pero temprana ventaja, gracias al cañonazo impulsor del refuerzo Andy Sarduy en el segundo episodio frente a los envíos de José Pablo Cuesta.
Así llegaron las cosas hasta el sexto capítulo, cuando Stayler Hernández equilibró la pizarra con un productivo doble. Luego, con la primera desocupada, el alto mando optó por bolear intencionalmente a Juan Carlos Torriente para lanzarle a Rudy Reyes, y como sucedió hace muy poco, el ahora antesalista remolcó con cañonazo a la banda derecha.
Ni los relevos de Liván Moinelo y Frank Medina pudieron evitar el despegue visitante, y para mayores males, la rebelión montada a la hora de recoger los bates y con Héctor Ponce encaramado en la lomita se quedó corta, después del ponche a Denis Laza que enmudeció el graderío.
De tal forma, quedó la escena lista para los play off. Antes, en la noche del 10 de marzo para ser exactos, los cuatro directores de equipos tendrán la posibilidad —sorteo mediante para determinar el orden—, de reforzar sus filas con tres jugadores provenientes de los cuatro equipos que quedaron sin opciones de coronarse.