Es común escuchar por estos días que el béisbol cubano está en crisis, y a juzgar por los últimos resultados en torneos de primer nivel, a quienes así piensan no les falta razón. Pero evidentemente la crisis extramuros no es más que el reflejo de las otras pequeñas crisis domésticas, que van desde la «sangría» de jugadores —cada vez más jóvenes— hasta los desaguisados organizativos como el que este martes impidió la celebración del partido pospuesto entre los equipos de Pinar del Río y Mayabeque en la tierra del tabaco más cotizado en el mundo.
El duelo de marras, pactado para las 10:00 a.m., no se efectuó porque el equipo visitante jamás llegó a su destino. Y aunque a lo largo del día este redactor escuchó varias especulaciones al respecto, lo más saludable es atender a las explicaciones divulgadas por los organizadores del torneo.
La nota, firmada por la Dirección Nacional de Béisbol (DNB), aclara lo siguiente:
«El juego número 169 entre Pinar del Río y Mayabeque, reprogramado para el 1 de diciembre del 2015, fue declarado forfeit a favor del primero de esos equipos, al no presentarse su rival en el estadio Capitán San Luis.
«La provincia de Mayabeque no realizó las gestiones pertinentes para su trasportación hacia Pinar del Río.
«La Dirección Nacional de béisbol depura las responsabilidades correspondientes».
Visto esto, me cuesta entender que cosas como estas sucedan en el principal espectáculo deportivo en el país, y al cual —todo hay que decirlo— algunas personas le ponen la seriedad que merece. Pero es más difícil de entender porque, en aras de prever cualquier contratiempo, se desplazó una semana más de lo pensado el calendario de recuperación de partidos y, por lo tanto, hubo tiempo suficiente para que los responsables organizaran los movimientos necesarios y los directivos chequearan que todo lo planificado estaba en orden.
En fin, que habrá que esperar por la anunciada purificación de responsabilidades para saber de quién es la «maldita culpa», aunque el reglamento aprobado para la presente temporada precisa, en su artículo 10 referido a las funciones y obligaciones de los directivos, que es el delegado el encargado de «atender a la transportación del equipo».
Mientras llegan las aclaraciones definitivas, todas las miradas estarán puestas hoy en Vueltabajo, donde los dueños de casa comienzan una interesante subserie frente a los vigentes monarcas de Ciego de Ávila, muy interesados en sumar los triunfos que les aseguren el primer puesto de la clasificación y un nuevo récord de victorias para una primera fase bajo la actual estructura.
Durante tres jornadas sucesivas, siempre a partir de las 10:00 a.m., estos equipos arrojarán un poco de luz en torno al ordenamiento final con el que los ocho aspirantes a la corona iniciarán el segundo tramo de la ruta al trono. Después de eso, Matanzas y Las Tunas cruzarán armas en el feudo yumurino, y la visita de Industriales a Pinar del Río cerrará el programa de recuperación de juegos suspendidos.