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¡Imposible soltar el agarre… hay que apretar bien duro! Sin dudas, esa será la máxima —y no puede haber otra— para la selección cubana de lucha libre, que participará en la Copa del Mundo por equipos, del 11 al 12 próximos en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
A saber, Cuba integra el complicado grupo A junto a Rusia —titular del pasado Campeonato Mundial en Tashkent 2014—, Mongolia y el poderoso cuadro anfitrión. Mientras, el sorteo deparó que en la llave B compitan Irán, campeón defensor de la Copa y segundo del planeta, Turquía, Azerbaiyán y Belarús. Los primeros de cada grupo discutirán la corona, en tanto los segundos disputarán la presea de bronce.
En pos de una actuación plausible, el jefe de entrenadores Julio Mendieta convocó a ocho gladiadores, entre ellos cinco medallistas mundiales, para regresar a un certamen al cual Cuba no asiste desde hace cuatro años.
La nómina está encabezada por Reineris «el Gimnasta» Salas (86 kg), plata en Budapest 2013, en Tashkent 2014 y bronce en Moscú 2010, así como Liván López (74), segundo en Budapest y tercero en Estambul 2009 y el Mundial del año pasado. Junto a ellos aparecen Javier Cortina (97) y Yowlis Bonne (57), terceros en 2014, a quienes se une el veterano Andy Moreno (70), tercero en Bakú 2007.
Los tres restantes son Maikel Pérez (61), Franklyn Marén (65) y el titular centroamericano Eduardo Mesa (125).
La selección cubana de lucha libre exhibe un título, tres segundos puestos y siete terceros, desde su primera presentación en la Copa del Mundo por equipos en Toledo, Ohio, en 1978.
