El receptor Luis Abel Castro empujó par de anotaciones, una de ellas para redondear el marcador final. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:45 pm
Nunca antes en este segundo tramo de la temporada beisbolera el equipo de la Isla de la Juventud había eslabonado una racha positiva. Con el triunfo de este miércoles sobre las Avispas santiagueras, los Piratas acumulan cuatro éxitos en sus cinco últimas presentaciones.
No voy a ser categórico pues con tanto trecho por recorrer, las matemáticas apuntalan el sueño de los filibusteros, pero por lo visto hasta ahora, una remontada hasta los puestos de clasificación parece casi una quimera.
El más reciente «asalto» de los dirigidos por Mandy Jhonson pudiera tener varias lecturas. Por un lado, sus víctimas —al igual que ellos— han protagonizado el reinicio más discreto de la campaña. Mas por el otro, se trata de un equipo que cruzó el estrecho de Batabanó con la autoestima disparada, luego de barrer nada menos que a Industriales en el más reciente clásico doméstico.
Tan acelerados llegaron los indómitos al ultramarino parque Cristóbal Labra, que en la misma primera entrada clavaron par de aguijonazos gracias al vuelacercas de Yander La O frente al abridor Luis Manuel Suárez, quien apenas pudo completar el primer tercio del juego.
Sin embargo, desde que el rescatista Jorge Despaigne se hizo cargo del box, las cosas comenzaron a cambiar. Lanzó seis entradas de manera impecable, pues apenas le conectaron dos imparables, permitió una carrera y retiró a seis bateadores por la vía del ponche.
Mientras, sus compañeros fueron poco a poco descontando diferencias hasta tomar ligera ventaja antes de lograr en el octavo capítulo el «abordaje» definitivo. Entonces, el doble de Velázquez, con las bases repletas, y luego el imparable de Luis Abel Castro, redondearon el racimo de cuatro que puso cifras definitivas al marcador.
Sin dudas, la nave pinera va reflotando, y todo gracias a una producción ofensiva más enjundiosa y oportuna y una mejoría notable en la defensa del campo. Como promedio, en los últimos cinco desafíos han anotado siete veces y conectado poco más de nueve hits por partido. En el mismo período solo han cometido tres pifias —nunca más de una por juego—, cuando sumaban 14 en los 11 encuentros precedentes.
Ahora la gran interrogante es si los de la isla más joven podrán mantener el paso. Ojalá que sí, por el bien de una afición que sigue apoyando y soñando, y por un campeonato que con su reacción multiplicaría sus emociones.
Chicas sobre el diamante
Con un programa matutino y vespertino, los equipos de Canadá y Cuba desarrollan su ya tradicional tope beisbolero entre féminas, esta vez con asiento en el capitalino estadio Latinoamericano.
Según divulga el sitio digital JIT, los programas entre locales y visitantes se desarrollan a partir de las 9:00 a.m. y de las 3:00 p.m., en ambos horarios con acceso al público.
«Canadá siempre es un magnífico adversario, aunque ahora la mayoría de las jugadoras son muy jóvenes, incluso de 15 años», significó Margarita Mayeta, metodóloga de la Comisión Nacional responsable del béisbol femenino.
«Este tope les es muy útil a los entrenadores, especialmente a los de las categorías menores de 18 años, pues pueden evaluar cómo andan sus muchachas, algunas de las cuales pretendemos incorporar a la preselección nacional», dijo.
El director técnico de la federación canadiense, André Lachance, destacó el valor de los desafíos. «Para nosotros son de mucha importancia. Tenga en cuenta que ahora en Canadá hace frío y es un período en el que las chicas apenas pueden entrenar y jugar. A ello hay que sumarle la calidad de las cubanas», comentó.
«Estos encuentros andan por su quinta edición y el actual tiene para nosotros especial relevancia, porque seremos sede de los Juegos Panamericanos del 2015, para el cual está convocado el béisbol femenino», significó.