Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Judoguis cubanos engalanarán el tatami

Partirán el próximo martes hacia San Petersburgo, Rusia

Autor:

José Luis López

«El hombro por encima del hombro. Sube la mano. Mete bien la cadera. Coordina más tus proyecciones». Esas y muchas indicaciones más, le escuché impartir este jueves al técnico Ismael Borboña, en uno de los últimos entrenamientos con las cinco judocas cubanas que viajarán el próximo martes hacia San Petersburgo, Rusia, sede de los II Juegos Mundiales de Combate.

Por su rico historial a través de los años, el judo femenino cubano se ha granjeado el respeto universal. Un ejemplo fehaciente es que el quinteto de marras fue invitado a participar en este potente certamen, merced a su par de medallas de bronce conseguidas en el torneo por equipos de los Campeonatos Mundiales efectuados en París 2012 y Río de Janeiro 2013.

Además de Cuba y las anfitrionas, también competirán las escuadras de Japón, Corea del Sur, Francia, Brasil, Mongolia y China. Y con esos ocho equipos en pugna, ya se presagia un encomiástico agarre de solapas. Al cierre de esta edición, desafortunadamente, el sitio oficial de la justa no había actualizado las nóminas inscritas.

La fuerte jornada de adiestramiento en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado, sirvió para pulir detalles técnicos, con un quinteto de lujo como el que integran la monarca mundial y olímpica Idalis Ortiz (+78 kg), Yanet Bermoy (52, dos veces subcampeona olímpica), Anailys Dorvigny (57), Maricet «la Mole» Espinosa (63) y Onix Cortés (70).

«Tras finalizar el Mundial de Río de Janeiro, las muchachas tuvieron un merecido descanso. Por eso, solo llevamos tres semanas de entrenamiento sobre la base de un sistema PDC (preparación directa a competencia), en el cual se mezclan acciones de trabajo general y específico con cada atleta. Nuestro objetivo al debutar en estos Juegos es escalar al podio de premiaciones. Y los equipos más exigentes serán Brasil —que compite mucho durante todo el año—, Japón y Sudcorea», aseveró Borboña a JR.

Y en ese ajetreo sobre el tatami por hacer las técnicas lo más correctamente posible, buscar variadas combinaciones a la hora de proyectar a su rival, coordinar bien antes de ejecutar una proyección y dar un consejo atinado, destacaba la fornida, siempre sonriente e imbatible Ortiz.

«El ánimo del equipo está al ciento por ciento. Eso nunca falta. Pero el entrenamiento no fue el más apropiado para una competencia de este nivel. Las dos primeras semanas fueron de adaptación y solo en la tercera se logró un poco más de intensidad. Y eso nos puede pasar factura. El judo en el mundo tiene un nivel muy equitativo. Y, sin dudas, Japón será nuestro gran oponente, aunque yo siempre he dicho que mi principal rival soy yo misma», comentó a JR la artemiseña Ortiz, quien ya «pide pista» para proclamarse como mejor deportista del año en Cuba.

En estos II Juegos Mundiales de Combate, que repartirán 135 juegos de medallas, verán acción 15 deportes o artes marciales: aikido, boxeo, esgrima, judo, ju-jitsu, karate, kendo, kickboxing, muay tailandés, sambo, savate, sumo, taekwondo, lucha y wushu.

Estos Juegos van acompañados de un programa cultural que refleja las antiguas tradiciones y los valores de las artes marciales, así como su contribución a la sociedad moderna. Por Cuba, también asistirá al certamen un equipo de tres boxeadores: Marcos Forestal (56 kg), Iván Oñate (60) y José Ángel Larduet (+91).

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