Según el ranking «en vivo», el ajedrecista cubano Leinier Domínguez ahora ocupa el escaño 18 del escalafón universal y suma 2739 puntos, un agregado de 16,4 a lo que ostentaba antes de iniciar la cuarta parada del Grand Prix que hace días comanda en la ciudad griega de Salónica.
Este martes acordó la paz con el estadounidense Hikaru Nakamura (2775 puntos Elo) tras 80 movidas de una defensa Escandinava en la que condujo piezas blancas y tuvo casi siempre la iniciativa. En el epílogo no pudo promover el único peón vivo sobre el campo de batalla y se resignó cuando era evidente que la katana del «samurái» seguía tan lúcida como filosa.
Por estos días, decenas de fanáticos del juego ciencia pasan como espectros en las penumbras, ya ni los leo ni los escucho, no porque subestime sus criterios, sino porque prefieren callar cuando carecen de elementos para criticar malintencionadamente. Simplemente zambullen el corazón antes de elogiar y dar el brazo a torcer.
Otros, por suerte la mayoría, andan de fiesta. Leinier (2723) está teniendo una de las mejores competiciones de su vida en esta cita helénica, que lo vio perder en el inicio, quizá presagiando más de lo mismo —concluyó penúltimo en Tashkent, Uzbekistán y antepenúltimo en Londres, durante las dos primeras fases. Pero el güinero cargó las pilas y prefirió volcar los vaticinios.
Por ahora, Domínguez es el único con tres triunfos en la lid y si continúa el paso amanecerá junio con nuevo tope de coeficiente para Latinoamérica. Recuerden que sus mejores números alumbraron en octubre y diciembre de 2012 (2734), mas con solo empatar las partidas restantes pudiera rondar los 2745. ¿Qué me dicen?
Volviendo al Mediterráneo, les cuento que hubo más sangre en la sexta ronda. El bambino Fabiano Caruana (2774) derrotó al galo Etienne Bacrot (2725), mientras Ruslan Ponomariov (2742) sepultó a su compatriota Vassily Ivanchuk (2755) en 19 cortos suspiros de una defensa Francesa. Chuky lleva cuatro caídas en la justa y, al parecer, entró en una de sus malas rachas. Ojalá salga de esta tormenta a salvo. También ganó el norteamericano Gata Kamsky (2741) frente al ruso Peter Svidler (2769).
En tanto, dos Alexander, por demás ciudadanos del gigante euroasiático, entablaron: Grischuk (2779) y Morozevich (2760). El búlgaro Veselin Topalov (2793) dividió ante Rustam Kasimdzhanov (2699).
Después de cruzar el Ecuador del certamen, nuestro muchacho domina, merced a cuatro puntos. Le respiran en la nuca Kamsky y Caruana, dueños de idénticos registros, quienes además sumaron 11,6 y 7,5 kilos en el listado «en vivo». Ponomariov (+6,4), Grischuk (+3,0), Topalov (-2) y Morozevich (+4,2) amasan 3,5 en la tabla general del evento.
Kasimdzhanov (+4,8) es octavo con tres unidades y Svidler (-11,3), Nakamura (-12,5) y Bacrot (-7,1) marchan detrás de acuerdo a una colecta de dos rayas per cápita. El sótano lo alquila Ivanchuk (-20), quien solo computa una raya y no alcanza a cortar la soga que le aprieta el pescuezo.
Hoy Leinier vestirá el negro frente a Bacrot cuando faltan cuatro capítulos de esta novela con toque cubano. Veremos si puede con tanta presión y se corona.