Varias glorias del deporte cubano estuvieron presentes en el intercambio con el Ministro brasileño. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:30 pm
El Ministro de Estado de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo Figuereido, se reunió este martes con glorias deportivas cubanas como parte de las actividades comprendidas en la agenda de su visita a nuestro país, cuyo objetivo fundamental fue la firma de un acuerdo de colaboración en materia deportiva.
Durante el encuentro, celebrado en la sala de conferencias de la capitalina Ciudad Deportiva con la presencia de Christian Jiménez, máximo dirigente del Inder, Rebelo destacó que dicho acuerdo busca una reciprocidad entre ambos países, mediante el intercambio de técnicos y atletas, de manera que el gigante sudamericano brinde apoyo a la Isla en las disciplinas donde esta tenga menos desarrollo, y viceversa.
El dirigente informó, además, que a su regreso presentaría un proyecto con el fin de que los futbolistas criollos tengan la posibilidad de entrenar con jugadores y técnicos del club de Sao Paulo, para elevar su nivel competitivo.
Elogió también el avance alcanzado por los cubanos en materia de deporte, reconociendo la masificación como elemento fundamental en la incorporación de niños y adolescentes a la cantera de los futuros campeones.
En un intercambio con la prensa, la máxima autoridad del deporte brasileño afirmó que se sentía muy feliz de contribuir al aumento de la calidad de la esfera deportiva en una nación, que de no haberse visto asediada por el bloqueo económico de los Estados Unidos, tuviera resultados muy superiores.
Entre los presentes en el encuentro se encontraban Enrique Figuerola y Orlando Martínez, primer medallista y primer titular olímpicos de la Revolución, respectivamente. Participaron además, otros destacados atletas ya retirados de las grandes competiciones, como la voleibolista Mireya Luis, las judocas Legna Verdecia y Driulis González, el saltador Javier Sotomayor, el boxeador Félix Savón, y los peloteros Omar Linares y Germán Mesa.
Rebelo enfatizó la admiración que sentía por estas figuras, por su talento, su abnegación, y por ser fieles exponentes del buen deporte, al cual caracterizó como «símbolo de esperanza, fantasía, misterio, encanto».