Hanser García consiguió el mejor tiempo en los últimos 50 metros de las semifinales. Autor: FINA Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
No hubo casualidades ni muchos infartados. Tampoco ninguna de esas sorpresas que noquean y mandan directamente al hueco a quien sostiene, en vano, la esperanza con una mano y el corazón con la otra. Resulta que, cumpliendo todos los vaticinios, el cubano Hanser García clasificó este sábado a la gran final de los 100 metros estilo libre, correspondiente al Campeonato Mundial de piscina de curso corto, con asiento en Estambul, Turquía.
Su primer chapuzón de la penúltima jornada competitiva transcurrió sin contratiempos. Largó por el carril número tres de su heat y pasó el examen con el duodécimo mejor tiempo (47,84 segundos) entre los 16 con tique a la ronda siguiente.
Ahora voy con algunos datos esclarecedores. En los primeros 50 metros, el «Pollo» terminó con el peor crono, de todos los clasificados (23,28), pero en la recta definitiva ¡fue el segundo más veloz entre 147 atletas (24,56)! ¿Tremendo? Pues aguántese, que eso no es todo.
En la semifinal, contando ambas series, ¿adivinen? Volvió a tocar el medio hectómetro por detrás (22,97). Mas, esta vez concluyó primero en el tramo decisivo, merced a un registro de 24,31. Si suman se darán cuenta que «negoció» 47,28, anclando así en el sexto escaño.
Entonces, ¿dónde están sus problemas? Definitivamente no presenta dificultades con el tiempo de reacción, pues en ambas incursiones resultó el hombre más «eléctrico», con 0,64 segundos desde los bloques de salida. Solo queda buscar en su delfín (movimiento oscilatorio bajo el agua) y en los virajes (tres en el hectómetro de piletas de 25 metros).
Claro, eso lo hemos repetido muchas veces. Sin embargo, hace un año su arrancada también era deficiente, y ahora ya es cosa del pasado. Con este breve análisis pretendo decir que, de seguir entrenando, pueden caer varios alegrones, pues su progresión es alarmante. A fin de cuentas, solo lleva tres años en los trajines de la natación —antes pertenecía a la preselección nacional de polo acuático—.
La desventaja parece grande —los profesionales de las albercas perfeccionan la técnica desde niños, y Hanser comenzó a pulir sus habilidades en el 2009—, pero el talento de este villaclareño, junto a la dedicación de su entrenadora María Luisa Mojarrieta, prometen mucho.
¿Tendrá este domingo un sabor diferente?
Dientes afilados y mano dadivosa
En tanto, el estadounidense Ryan Lochte batió su segundo récord universal en Estambul, ratificando que es el principal protagonista de la justa acuática, no solo por sus resultados, ¡sino por un insólito comportamiento!
El «Cocodrilo» detuvo los relojes en 50,71 segundos, nadando 100 metros combinados durante una de las semifinales, y si bien la proeza habla elocuentemente, el hecho de que el muchacho de Nueva York ande regalando sus preseas tiene boquiabiertos a los cinco continentes.
«Una de las razones por la que nado son mis fans. Siempre quiero devolverles algo. El brillo en sus ojos cuando reciben las medallas significa todo para mí», explicó el atleta de 28 años, que aseguró haber regalado todos los títulos que ganó, incluso los olímpicos.