No hay espacio para más. Hoy será el «ahora o nunca» para la selección cubana de fútbol, que se medirá a su similar y anfitriona de Trinidad y Tobago, en el estadio Dwight Yorke, de Bacolet, en pos de uno de los dos cupos que tributa el grupo ocho para la final de la Copa del Caribe.
El panorama de la llave está peliagudo. Tras dos fechas, cubanos y locales comparten la cima con cuatro puntos, merced a un triunfo y un empate. Pero nuestro equipo presenta ligera ventaja gracias a su mejor promedio de goles, con seis a favor y uno en contra (+5), mientras que los trinitarios tienen cuatro dianas positivas y una negativa (+3).
Detrás de este dúo, aparece San Vicente y las Granadinas, que exhibe dos unidades al empatar frente a ambos con idéntico pizarrón de 1-1 y hoy se enfrentarán al ya eliminado elenco de Surinam, que fue goleado en sus anteriores partidos por Cuba (5-0) y por los anfitriones (3-0).
Los cubanos se proponen conseguir por ellos mismos el ticket hacia la justa final del Caribe, prevista en Antigua y Barbuda, en diciembre próximo. Por eso, ahora no pueden conjugar otro verbo que no sea ganar, aunque un empate también les facilitaría el pasaporte.
Sin dudas, el cotejo será de constante sube y baja. Y el que caiga, podría irse del festín, pues los granadinos deben asegurar un cupo venciendo sin contratiempos al débil Surinam, en el primer enfrentamiento de esta fecha de cierre.
Un breve dato de cara al trascendental partido, reporta que Trinidad y Tobago ha superado a Cuba en tres de los últimos cuatro duelos desde 2007 hasta la fecha.
Según reflejaron los rotativos trinitarios, el último juego de Cuba fue ante San Vicente, que abrió el pizarrón en el minuto ocho por intermedio de Cornelius Stewart. Y así se fueron al descanso. Pero en el complementario, el ariete Roberto Linares confirmó que aún le queda en los botines esa pólvora que tuvo en sus primeras convocatorias a la selección nacional —cuando marcaba en reiteradas ocasiones—, y anotó el gol de la paridad en el minuto 48.
En sus dos presentaciones anteriores, Cuba ha jugado con el clásico esquema 4-4-2. Junto al cancerbero Odelín Molina, han ido a la grama los defensas centrales Jorge Luis Clavelo y Renay Malblanche, mientras que por los laterales han corrido Alianni Urguellés y Jorge Luis Corrales, por derecha e izquierda, respectivamente.
Al veterano volante de contención Jaine Colomé lo ha acompañado Carlos Domingo, en tanto los mediocampistas de llegada han sido Ariel Martínez y Alberto, «Beto», Gómez.
Y para hacer goles han asumido la responsabilidad Marcel Hernández y Roberto Linares, quienes sí han cumplido su encomienda. ¿Seguirán hoy con la pólvora encendida? Esperemos que sí.