Carlsen no creyó en el campeón mundial. Autor: FIDE Publicado: 21/09/2017 | 05:25 pm
La temperatura ajedrecística anda elevadísima últimamente, pues en pocas semanas han acaecido justas de altos quilates y para colmo en este preciso instante coinciden tres en donde pugnan 38 de los 51 trebejistas inscritos en el club de los 2700 puntos Elo. Me refiero a la V Final de Maestros, el Torneo Europeo de Clubes, y el 7mo Campeonato Continental de las Américas.
La justa por equipos, con cede en Israel, alardea de poseer a 31 «tanques pensantes». Allí comanda el Ashdod (2668 de promedio), seguido por el San Petersburgo ruso (2706 y campeón defensor). Precisamente el plantel del gigante euroasiático está defendido por el cubano Leinier Domínguez (2734), quien no batalló este viernes durante la segunda ronda por descanso recetado tras la «pobreza» neuronal de los contrincantes de turno: Vesnianka Gran (2427 y solo con dos Grandes Maestros entre sus siete escuderos).
De ahí que los camaradas del güinero no tuvieran problemas para imponerse 5-1, merced a los triunfos de Sergei Movsesian (2699), Zahar Efimenko (2689), Vadim Zvjaginsev (2678) y Maxim Matlakov (2655). En tanto, su hombre proa, Peter Svidler (2747), firmó el armisticio al igual que Nikita Vitiugov (2691) en el segundo puesto.
Los actuales líderes de la lid cuentan en su nómina con el genio ucraniano Vassily Ivanchuk (2771), victimario del ruso Dmitry Jakovenko (2732).
También salieron airosos otros ocho monstruos de números estratosféricos. Así, el israelí Boris Gelfand (2736) dispuso del inglés Michael Adams (2720), el alemán Arkadij Naiditsch (2704) derrotó al holandés Anish Giri (2730) y el ruso Evgeny Tomashevsky (2720) machucó a Mateusz Bartel (2635), de Polonia.
Descolló la victoria del estadounidense Hikaru Nakamura (2786 y quinto en el ranking mundial), quien pierde 27 kilos de su Elo por su pésima actuación en la fase inicial del Grand Prix. El muchachón de origen japonés llevaba seis caídas en sus últimas doce apariciones y debe tener a toda una armadas de especialistas revisándole los circuitos, ya que anda bastante errático.
Mar del Plata no quiere hablar
Mientras, la justa de nuestro continente nos tuvo esperando hasta el cierre de la presente edición, pues la escasa diferencia horaria entre Mar del Plata, Argentina, y Cuba, no permitió que conociéramos los resultados a tiempo. Entonces muchos en este archipiélago se quedaron con las ganas de saber con que pie empezaron Lázaro Bruzón (2717), Yusnel Bacallao (2580) e Isán Ortiz (2579).
El tunero es el vigente monarca del certamen y su coeficiente lo coloca favorito entre los 202 participantes. El subtitular nacional tratará de retener el cetro conseguido en México hace un año y de paso agenciarse una de las cuatro plazas en disputa para la copa mundial venidera.
La última sinfonía de Carlsen y la lucidez de Caruana
Y a falta de una sola fecha, la segunda parada de la Final de Grandes Maestros, con sede en Bilbao, España, se alborotó a la par de un hormiguero en la puerta de una dulcería.
Resulta que la penúltima jornada estuvo tinta en sangre, y tres de los seis aspirantes al trono terminaron en el cementerio. El pulso entre los que pueden considerarse los mejores ajedrecistas del momento, favoreció al Mozart del juego ciencia, el noruego Magnus Carlsen, un niño que lidera el escalafón de la FIDE con 2843 rayas de otra galaxia. ¿El perjudicado? No me lo van a creer, o sí, aunque muchos esperaban la paridad. Me refiero al indio Viswanathan Anand (2780), campeón universal desde 2007.
Tamaño tropezón fue aprovechado sobremanera por el italiano Fabiano Caruana (2772), satisfecho con una piedra devenida bocadito, pues el difícil armenio Levon Aronian (2821) no anduvo con la lucidez que siempre acostumbra.
El ruso Sergey Karjakin (2780) cogió cajita frente al español Francisco Vallejo (2700), una pieza que, a mi entender, sobra en este decorado de porcelana.
Con semejante rollo en el epílogo, el jovencito de la bota del Mediterráneo anda igualado con el nórdico, ya que ambos suman 16 unidades. Aronian marcha tercero, gracias a 10 puntos, Karjakin es cuarto (9) y Anand amasa ocho. Vallejo cierra la tabla con cinco rayas.
Evidentemente todo se decidirá a la hora del adiós. ¡Tremendo lío! Según las reglas de este Grand Slam, si dos contendientes quedan abrazados en el sitial de honor, resolverán el «problemita» con un duelo relámpago.
Dicho pulso consistirá en dos partidas, con 4 minutos por jugador y 3 segundos de incremento por lance realizado, alternando los colores.
De persistir el empate, chocarán en una «muerte súbita», el blanco con 5 minutos y el negro con 4, ganando el torneo quien lleve piezas oscuras en caso de rubricar tablas. Los colores en esta batalla definitoria se decidirán igualmente por sorteo.