El judoca Asley González recibió la insignia nacional de manos de José Ramón Fernández. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
La delegación cubana que participará en la IV edición de los Juegos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, fue abanderada en la mañana de este miércoles en acto solemne efectuado en el Memorial José Martí de la Plaza de la Revolución.
La ceremonia estuvo presidida por José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano (COC), Christian Jiménez, máximo directivo del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), así como por Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC y Olga Lidia Tapia, miembro del secretariado del Comité Central del Partido Comunista.
La Mayor de las Antillas será el invitado de honor en esta nueva versión de hermandad y solidaridad entre los pueblos del ALBA, prevista en tierras venezolanas del 17 al 30 de julio. La comitiva será harto nutrida (446 exponentes y 342 atletas de 28 deportes)
En el cortejo, la taekwondoca Dianelys Montejo y el pesista Sergio Álvarez colocaron una ofrenda floral a nuestro héroe nacional.
Fernández hizo entrega de la enseña patria al judoca Asley González. El reciente medallista de oro en los 90 kilogramos durante la Copa del Mundo por equipos de este año, fue escoltado en el abanderamiento por la tiradora Eglys Cruz y el luchador de estilo grecorromano Pablo Shorey.
La ciclista Lisandra Guerra tuvo a su cargo la lectura del compromiso de la delegación que nos representará en los Juegos.
«Asistimos a Venezuela para promover la solidaridad entre nuestras naciones, con el objetivo de convertirnos en campeones de la fraternidad», dijo la multimedallista mundial.
El viceministro de deportes de Venezuela, José Alejandro Terán, también estuvo presente en el acto de abanderamiento cubano.
La cita multideportiva bolivariana surgió en 2005 con la intención de hermanar a los pueblos de Latinoamérica en una competición soberana e independiente, en pos de alcanzar una fase superior del deporte de Alto Rendimiento, de manera viable y alejada de los principios de mercado y negocio que hoy envuelven al espectáculo del músculo.
Este intercambio cultural, social y deportivo fue ideado por Fidel y el presidente venezolano Hugo Chávez para aunar aún más a los pueblos del sur del río Bravo.