El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, rechazó mediar en la participación de Japón en la Copa América. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
Rusia y Qatar organizarán los Mundiales de fútbol de 2018 y 2022, respectivamente, tras pronunciarse a su favor el Comité Ejecutivo de la FIFA, reunido este jueves en Zúrich, Suiza. Así, por primera vez el torneo se jugará en Europa Oriental y el Golfo Pérsico.
Aunque su primer ministro, Vladimir Putin, no estuvo en Zúrich, Rusia le ganó el pulso a los dos favoritos en la lucha por la Copa de 2018: Inglaterra y la candidatura conjunta de España y Portugal. También competían Bélgica y Holanda, pero con pocas posibilidades.
Qatar, por su parte, se convertirá en el país más pequeño de la historia en recibir un Mundial, al ser elegida para albergar el torneo de 2022. Aquí quedaron en el camino las candidaturas de Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur.
El gran derrotado de la jornada fue Inglaterra, que había realizado una presentación muy vistosa. Incluso, se desplazaron a Zúrich el Príncipe Guillermo y el primer ministro David Cameron, así como el publicitado futbolista David Beckham.
«Vamos a nuevas tierras. Oriente Medio y Europa del Este estaban esperando esto. Soy feliz, muchas gracias a todos», afirmó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
Las jornadas previas a la votación estuvieron salpicadas por denuncias de presunta corrupción en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA, tras investigaciones de la prensa británica. Quizá eso perjudicó a la candidatura inglesa.
El gran problema de Rusia es su falta de infraestructuras, tanto deportivas como turísticas y de transporte. Pero Alexey Sorokin, director general de la candidatura, afirmó que su país puede hacer frente a este problema.
Por su parte, Qatar, un pequeño país del Golfo Pérsico, de apenas 1,5 millones de habitantes, hizo valer su poder económico, por sus reservas de petróleo y gas.
El pequeño estado asiático debe construir casi todos sus estadios. De los 12 que albergarán el Mundial, diez de ellos estarán en un radio de 30 kilómetros.
Los estadios serán desmontados tras el Mundial y regalados a países en desarrollo con pocas instalaciones deportivas. El calor es un factor negativo, con temperaturas que pueden llegar hasta los 45 grados centígrados en junio y julio, los meses en los que se disputa el Mundial.
«Una las cosas equivocadas que se han dicho sobre nosotros es que hace mucho calor. Hubo varios torneos con climas parecidos al de Qatar. Fue difícil hacer ver que existía un error en esa apreciación», señaló el jeque Mohamed Bin Hamad Al Thani, responsable de la candidatura.
Para luchar contra el calor, el comité de organización destaca su experiencia en otros eventos y propone estadios climatizados de nueva generación, que funcionan con energía solar.