Quizás sea el artículo en boga para los aficionados en el Mundial, pero los escenarios de otros eventos deportivos alrededor del mundo quieren asegurarse de que el estruendo de las vuvuzelas no salga de Sudáfrica.
El All England Club se adelantó el jueves al prohibir las trompetas plásticas en el torneo Wimbledon de este año. El club alemán Borussia Dortmund le siguió el ejemplo, señalando que los instrumentos que se han convertido en un símbolo de la Copa del Mundo en Sudáfrica no son bienvenidos en los partidos de la próxima temporada.
Mientras la FIFA y los organizadores sudafricanos acogen con entusiasmo el omnipresente ruido de las trompetas, otros deportes no lo ven con tan buenos ojos.
«Por cortesía hacia los jugadores y los otros espectadores, queremos pedirle a los espectadores que no traigan instrumentos que puedan ocasionar una distracción o interferir con el disfrute de la ocasión», indicó el director ejecutivo del All England Club, Ian Ritchie. «Los cascabeles, klaxon y las vuvuzelas caen dentro de esa categoría y está prohibido su ingreso a las instalaciones».
Ese tipo de medida preventiva quizás sea necesaria. Las vuvuzelas se venden en Sudáfrica por hasta cinco dólares, y se espera que decenas de miles de fanáticos regresen a sus países con algunas como regalos. En Gran Bretaña, la tienda por departamentos Sainsbury’s indicó que había vendido 43.000 vuvuzelas.
Pero el constante ruido ensordecedor durante los partidos, usualmente comparado al ruido de un enjambre de abejas, ha sido una molestia para las cadenas de televisión, los televidentes y los jugadores.
El canal de televisión francés Canal+ ofreció transmisiones de todos los partidos del Mundial sin el ruido de las vuvuzelas, utilizando una tecnología que separa las frecuencias para bloquear el sonido de las trompetas.
Varios jugadores pidieron la prohibición de las vuvuzelas y algunos, como los argentinos Lionel Messi y Carlos Tevez, dijeron que es sumamente difícil comunicarse en la cancha con el ruido.
Tomado de Cubadebate