Capitalinos alzó su sexta corona. Autor: Armando Hernández Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
Tras un divorcio de 12 años y tres años coqueteando de nuevo, Miguelito Calderón volvió al altar anoche, cuando su equipo Capitalinos venció 72-63 a Ciego de Ávila y recuperó el trono mayor del baloncesto cubano. Se trata de su sexta corona en la Liga Superior y ningún otro conjunto ha podido llegar hasta allí.
Capitalinos comenzó jugando solo, porque Ciego volvió a quedarse parado en la arrancada. Tras cinco minutos, los «búfalos» perdían 12-4 y no encontraban el norte.
Después, la diferencia se amplió hasta 18-4 y entonces el alto mando avileño convocó a su reserva. ¡Eureka! Yasser Rodríguez, Ray Luis Vera y Davisley Granado entraron con ganas y cambiaron el panorama. Capitalinos salió del primer acto con ventaja de 23-15, pero ya era otra cosa.
En el segundo cuarto se sumaron al rescate William Granda y Enrique Ramos, así que los «búfalos» empataron el partido a 34 puntos. No obstante, llegaron al descanso ligeramente por debajo (41-38).
Por cierto, aumentó la cola de los fallos desde la línea de tiros libres. Tanto, que recordé aquellos días de la Universidad, cuando hacíamos una fiesta por cada punto anotado. Entonces ver a nuestra Facultad sobre el tabloncillo era un verdadero espectáculo, pero humorístico.
La segunda mitad del juego de anoche trajo el habitual cachumbambé y William Granda reencarnó en aquel «fenómeno» que llegó a integrar el equipo Cuba. Realmente, pensábamos verlo ya consagrado a estas alturas, pero algo ha pasado con él.
Como en los partidos anteriores, Ciego terminó delante el tercer período (54-52). Sin embargo, de nuevo les faltó fuerza para el final y Capitalinos arrolló en el último tramo (20-9).
Nunca funcionó Michael Guerra, quien al final fue sustituido muy tarde por Yasser Rodríguez. También se apagaron Yudnier Pérez y Andy Boffill.
Granda fue «refrescado» un segundo y el público avileño pidió su regreso enseguida con gritos desesperados. Pero el muchacho ya había quemado los cartuchos y terminó con 20 puntos. Lo secundó el «príncipe» Ramos (11), aunque el jovencito falló ocho tiros libres.
Por los vencedores se empinó otra vez Lavastida (20 unidades), aunque esta vez Lima y Torres aportaron 12 puntos cada uno. Buen regalo para Miguelito, quien ha sufrido más emociones e incomprensiones que nadie sobre una cancha de baloncesto.
También Ciego merece elogios, pues luchó hasta el final. No perdió por la ausencia de Silvestre, sino porque nunca asentó la cabeza. Vimos anarquía en el conjunto y tendrá que mirarse en el espejo.
Mientras, Capitalinos puso la alegría y obtuvo su recompensa. ¿Tejerán otra leyenda?